Ah, la vida de piratas. Hombres rudos, sucios, aventureros, que no le temen al peligro y no dudan en cruzar el mar entero con tal de adueñarse de los tesoros más codiciados del mundo.
Las mujeres también fueron piratas: Anne Bonny y Mary Read, las bucaneras que no conocías

Pero, ¿qué crees? No todos los piratas eran hombres. Las mujeres no sólo formaban parte de los guerreros más admirados en la historia, como la épica guerrera vikinga de Birka, también se encontraban en los barcos piratas en alta mar.
When Women Pirates Sailed the Seas es un artículo (pero no el único) de Marcus Rediker que nos cuenta la historia de Anne Bonny y Mary Read: dos de los pocos nombres que se conocen de las mujeres que se aventuraron en la piratería. Pero sólo porque no todas las piratas dieron a conocer sus nombres reales, ya que muchas mujeres navegaron, pero disfrazadas de hombres.

Mary Read y Anne Bonny disfrazadas de hombres.
Imagina que eres una mujer en el 1700. ¿Crees que tendrías pasatiempos interesantes y la opción de salir a dar el rol cuando se te antoje? Pues no. Justo por eso la piratería le llamaba la atención al género femenino, sobre todo en Inglaterra, Alemania y Países Bajos.
Era una oportunidad de conocer el mundo y de sentirse libres, lejos de las normas sociales. Claro, siempre y cuando se hicieran pasar por hombres, porque los piratas también creían que las mujeres no eran aptas para ese rudo estilo de vida (además de que pensaban que traían mala suerte).
Mary Read fue una mujer inglesa con carácter fuerte que estaba orgullosa de demostrar su lado masculino, por lo que a los 15 o 16 años se convirtió en marinero. Su valentía en el mar era incuestionable. Uno de sus amantes una vez fue retado a un duelo por un hombre más corpulento que él, así que Mary decidió matar al hombre de un balazo horas antes de la cita para proteger a su ligue.

«¡Muere, maldito!» Mary Read, cita probablemente inventada.
Anne Bonny, por su parte, nació en Irlanda y obtuvo su feroz personalidad al trabajar con su padre como comerciante. Tiempo después, se unió a la piratería y de hecho luchó codo a codo con Mary Read en el siglo XVIII. Algo que le llamó la atención al resto de su tripulación fue que ambas damitas maldecían como ninguna otra, además de que estaban dispuestas a realizar cualquier tarea que se necesitara en el barco.
Anne fue pareja del reconocido pirata Calico Jack Rackam, pero cuando él fue condenado a la horca, Anne comentó que sentía lástima de verlo ahí, pero que si hubiera peleado como un hombre de verdad, no estaría ahí colgado como un perro. ¡Ay, papá!
Los nombres de ambas mujeres pasaron a la posteridad porque se ganaron su lugar en el mundo de la piratería gracias a sus logros en combate. Por eso sólo podemos suponer cuántas féminas más habrán pasado sus años en el mar bajo un disfraz de hombre.
¡Ahoy! ¿Tú ya sabías que las mujeres también fueron piratas?
Te recomendamos:









