La Princesa Diana no sólo era poseedora de un gusto excelente para la moda y un gran carisma, con su famoso "vestido de la venganza" demostró que sabía responder con clase en las buenas y en las malas, incluso si se trataba de mostrar su postura en eventos públicos.
Las 4 veces que Lady Di rompió corazones, protocolos y se volvió el alma de la fiesta

Desde luego aquella ocasión no fue la única en la que la valentía y la clase de Diana fue percibida en reuniones y fiestas, hoy hacemos un recuento de sus momentos más épicos, muy poco usuales para una monarca en su época:
La fiesta en la que enfrentó a Camilla
En el documental Diana: In Her Own Words —el cuál revela una entrevista exclusiva a la Princesa— Diana cuenta que llegó un punto en el que se sintió harta del amorío entre Carlos y Camilla Parker Bowles. Así que decidió que era momento de ponerles un alto. En el cumpleaños 40 de Camilla en 1989, Diana llegó sin invitación a su fiesta. Por supuesto ahí se encontraba su esposo, muy cerca de la festejada.
En algún momento de la noche Diana logró apartar a Camilla del resto de los invitados para hablar con ella a solas y aunque nunca perdió los estribos fue muy clara:
«Camilla, sé lo que está pasando entre tú y Carlos. Siempre lo he sabido. Siento mucho estar en el camino, debe ser horrible para ambos, pero por favor no me traten cómo una idiota».
Aunque Parker Bowles fingió demencia al inicio, ante la insistencia de Diana lanzó una respuesta de consolación engañosa:
«Diana, tienes todo lo que siempre has querido. Tienes a todos los hombres de mundo enamorados de ti y tienes dos hijos hermosos, ¿qué más quieres?».
Cuando el Príncipe Carlos se enteró del encuentro de las dos, reprendió a Diana y la hizo llorar, pero la Princesa define ese momento cómo el más valiente de su matrimonio y llamó a esa confrontación "necesaria" para recuperar su amor propio.
La vez que "rompió protocolo" y bailó con John Travolta
Princess Diana dances with actor John Travolta at a White House dinner on November 9, 1985 pic.twitter.com/VziQgXsYb3
— Lost In History (@HistoryToLearn) October 12, 2016
En 1985 cuando Diana y Charles aún estaban casados realizaron una visita diplomática a la Casa Blanca para visitar al entonces Presidente Ronald Reagan y a su esposa Nancy. Reagan preguntó a los monarcas si requerían la presencia de alguien en especial aquella noche.
Diana dejó salir su adolescente interna y pidió ver a John Travolta, pues había crecido con las películas Saturday Night Fever (1977) y Grease (1978). La Princesa aprovechó el momento cómo ninguna otra en la historia: bailó con su ídolo.
Travolta también estuvo encantado, pues declaró a los medios que en ese momento sintió que "pasó de sapo a Príncipe".
Los cumpleaños de sus hijos eran aprovechados al máximo debido a un desplante del pasado
En el documental Diana: In Her Own Words, Diana cuenta que la pasó terrible en el bautizo del Príncipe William. La razón principal es que ella había tenido una gestación difícil y empezaba a presentar signos de depresión posparto. A la realeza inglesa no le importó nada de eso y a los pocos días de que Diana dio a luz se organizó todo para bautizar al nuevo heredero.
De manera irónica ese día Diana estuvo muy poco con William, el bebé paseaba por todos los brazos reales, menos los de ella. Al sentirse rezagada decidió que en los próximos eventos que involucraran a su hijo se mantendría cerca y lo llenaría de muestras de afecto maternal.
Por otro lado en el documental Diana, Our Mother: Her Life and Legacy, William y Harry citan lo cariñosa y graciosa que siempre fue su madre con ellos, especialmente en sus cumpleaños. Antes de Diana la relación madre e hijos en la realeza se distinguía por ser fría y muy distinta a lo usual.
La reunión en la que habló con el John F. Kennedy Jr.
Princess Diana and John F. Kennedy Jr. Did NOT Have A "Secret Affair," Despite Tabloid Cover Story https://t.co/bUxgCmsYHV pic.twitter.com/4Jzg3UvD7d
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«La Princesa Diana NUNCA tuvo un romance con John F. Kennedy Jr. a pesar de esta portada tabloide».
En 1995 ya estando separada del Príncipe Carlos, Diana y John F. Kennedy se reunieron en Nueva York. Aunque la prensa no notó de inmediato este encuentro, algunos meses después se especuló sobre un posible romance entre la monarca y el abogado estadounidense.
Lo cierto es que la reunión fue, según reveló (y republicó) en exclusiva la revista People, porque John quiso convencer a la Princesa para ser portada de la revista política George. Esto, se especuló, para darle una nueva cara a Diana tras su nueva vida como mujer independiente de la realeza británica.
Por su parte, los rumores sobre romance no preocuparon a Diana, ya que se desataron justo cuando confirmó su relación con el magnate Dodi Al Fayed.
Para la sociedad estadounidense y británica de aquel entonces, la reunión entre un hombre y una mujer aún con fines profesionales era tabú, pero nuevamente la monarca manejó de la mejor forma las especulaciones.
La breve pero emblemática vida de Diana dejó muchas lecciones de altruismo, amor propio y empoderamiento. La memoria de la Princesa sin duda perdurará muchos años más.
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