Tener vecinos es toda una aventura. Puede que se conviertan en tus súper amigos, casi casi familia, pero también existe la posibilidad de que no se soporten y se vean feo cada vez que se encuentran por el pasillo.
Después de leer estas historias, sentirás que tus vecinos son unos santos

Por:Vanessa Mena
A menos que vivas dentro de una cueva en una montaña, nadie está exento de compartir el espacio con otros seres humanos. La situación es un poco más complicada si vives en departamento, pero aquellos que viven en casa particular tampoco se salvan de estas experiencias.
Nuestros lectores nos compartieron las peores experiencias que han tenido con sus vecinos, ya sea porque son entrometidos, descuidados, sucios, escandalosos o cosas mucho peor. Después de leer esto ya no pensarás que tus vecinos son los más fastidiosos del mundo.
#1 ¿Para qué tienes perro, si no lo cuidas?
“Mi vecino es súper descuidado con su perro. En lugar de sacarlo a pasear al parque (que está a una cuadra), prefiere subirlo al área de tendederos a hacer sus necesidades. Pero la historia no acaba ahí, ¡pues el tipo no recoge la suciedad! Tuvimos que ponerle candado a la puerta y no le dimos llave a él, sólo así dejó de hacerlo”.
Fernanda, 31 años

#2 ¡Buuu!
“En la casa de al lado vivía un señor bastante mayor con un aspecto muy demacrado: estaba muy delgado, pálido y con ojeras. Se veía muy débil y cansado, pero en realidad aún tenía energías para hacer maldades. Cada vez que alguien pasaba por su ventana el señor se asomaba para asustarlo. ¡Era como ver un fantasma!”
Sandra, 30 años

#3 Quédate con tu humo
“Mis vecinos del departamento de enfrente siempre se salen de su depa para fumar, porque obvio no quieren que se apeste su casa, pero qué importa que toda su porquería se quede en mi sala. También les gusta hacer reuniones con toda su familia, en donde además de fumar todos en el pasillo, una vez se vomitaron en mi tapete. Qué divertido”.
Lily, 23 años

#4 Ups, puerta equivocada
“Mis antiguos vecinos eran unos "médicos respetables" (4 hombres) y uno de ellos una vez se puso súper ebrio, llegó según él a su depto y como no lo pudo abrir empezó a patear la puerta hasta que la tiró. Su estado era tal que no se percató que ese depto era del cuarto piso y no del quinto donde vivía. La dueña del 402 levantó una denuncia y él, muy inteligente, negó todo”.
Monse, 32 años

#5 Buenos días vecinos, ya amaneció
“Cuando vivía con mis papás a mi vecina se le ocurrió comprar un gallo. ¡Sí, un gallo! El canijo cantaba a toda hora de la madrugada, pero ojalá hubiera cantado bien... noooo, era más desafinado que el gallo Claudio, neta se le atoraban "los gallos" al canijillo. Yo literal ya no dormía, tenía migrañas horribles y mi mamá me vio tan mal que, con la pena, le tuvo que decir a la vecina de mi problema. Y santo remedio que ese día dormí de maravilla, pues ya no cantó el gallo. ¿Qué pasó? Que al día siguiente los vecinos nos contaron que comieron mole de gallo y se disculparon por el inconveniente. Sentí feo por el gallo, pero me sentí aliviada y relajada porque volvería a dormir”.
Fanny, 32 años

#6 ¡Nos vamos a ahogar!
"Mi vecino de arriba se fue de viaje y se le rompió una manguera en el baño. Me inhundé yo, se inhundó el de abajo y no podíamos entrar a su depa a arreglar el problema porque ni el casero tenía llave. El agua se metió entre pisos y chorreó (porque goteó se queda MUY corto) en las recámaras, el baño y el pasillo. Nos pasamos toda la noche cambiando las cubetas hasta que un vecino pudo cerrar las llaves de los tanques de agua (porque resulta que la de paso no funciona). Dejamos al edificio completo sin agua hasta el día siguiente que el casero llevó a un cerrajero y a un plomero a arreglar su baño".
Susy, 28 años

#7 Tal vez debería llamar a la policía
"En el depa que crecí los vecinos eran transportistas. Un matrimonio que tenía un par de hijos adolescentes, que por desgracia se "malearon" y se drogaban inhalando pegamento 5000 en bolsas de plástico; después comenzaron a robar y terminaron muy mal. El caso era que su mamá escogió una vieja e inútil estrategia para quitarles el vicio: terapia de chin...dazos. Todos los fines de semana se escuchaban gritos, cosas rompiéndose, golpes y cabezas estrelladas contra piso y/o paredes. Hasta huesos rotos hubo. Aprendí que la violencia doméstica no es algo hipotético".
Román, 29 años

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