'Coraline y la puerta secreta' está inspirada en una historia real que no te dejará dormir

Conocer las historias detrás de nuestras películas animadas preferidas no siempre es grato. Un ejemplo es el cuento original detrás de La bella durmiente, que es bastante perturbador.

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El caso de Coraline y la puerta secreta no es muy diferente, ya que tiene un trasfondo escalofriante.

Este filme, estrenado en el año 2009, nos mostró un género poco usual de la animación, donde una trama oscura pero ingeniosa es el principal atractivo.

Hay quienes aseguran que no es un largometraje para niños, y la historia real que hay detrás podría confirmarlo.

Imagen Focus Features

Sí, Coraline realmente existió y sus tragedias inspiraron diversos libros, leyendas y, claro, la famosa cinta dirigida por Henry Selick, cuyo éxito continúa 11 años después de su lanzamiento.

Por si no sabías, la película está basada en la novela del mismo nombre, escrita por Neil Gaiman en el año 2002.

Él tomó la historia de un suceso que tuvo lugar en su pueblo natal: el condado de Hampshire, en Reino Unido.

En esa localidad vivía una mujer de edad avanzada junto con su nieta recién nacida, de quien estaba a cargo luego de que su hijo y su nuera fallecieran en un incendio.

La pequeña también estaba presente al momento del accidente, pero se salvó de milagro.

Los años pasaron y a los pobladores les extrañaba que la niña nunca saliera a jugar.

Después se descubrió que su abuela la mantenía encerrada y no permitía que nadie se acercara a su casa. Por este motivo, se le dio el apodo de 'la mala madre'.

El asunto despertó la curiosidad de los niños de la región, por lo que un día esperaron a que cayera la noche para entrar a la vivienda, cuando la anciana se descuidara.

Llevaron a cabo su plan, pero al ingresar les pareció sospechoso que no hubiera indicios de que una niña viviera allí, pues no se veía ropa o juguetes por ninguna parte. Lo que sí encontraron fue una cuna.

Además, hallaron otra cosa que les provocó que un escalofrío los recorriera de los pies a la cabeza.

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En el interior de la cuna estaba el cadáver de una bebé, con el rostro quemado y con botones en lugar de ojos, así como costuras en la boca.

Al darse cuenta de esto, los niños salieron despavoridos del lugar.

Luego de repasar lo sucedido, llegaron a la conclusión de que la nieta de la mujer no había logrado sobrevivir al incendio y ella se aferró a su cuerpo, creyendo que aún tenía vida.

El grupo de amigos le contó lo sucedido a sus padres y la mujer fue internada en un hospital psiquiátrico para que pudiera recuperar su sanidad mental.

Sin embargo, el hecho marcó a los habitantes del condado de Hampshire, incluido al escritor.

Por ello, luego de unos años, Gaiman retomó los detalles más escalofriantes del aterrador evento para escribir la historia de Coraline y la puerta secreta.

Esta historia resalta lo alucinante de la película y nos muestra que los deseos pueden salirse de control.

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