Cómo proteger a tu tatuaje del sol

Hoy comienza la primavera para todos nuestros lectores del hemisferio sur y con ello aumenta la temperatura. El calor comienza a modificar nuestra vestimenta y por eso los tatuajes se ven más expuestos al sol.  Proteger tu tatuajes de los efectos del sol es fundamental si queremos evitar que los colores de éste de desvanezcan. Cuando un tatuaje se decolora, no sólo quiere decir que tendremos que retocar el diseño si queremos que luzca bien nuevamente, también implica seguir invirtiendo dinero en él. Veamos cómo proteger a tu tatuaje del sol.

Lo principal es que apliques protector solar sobre tu tatuaje todos los días, sobre todo si se encuentra en una zona de tu cuerpo que queda expuesta, como por ejemplo: brazos, piernas, cuello y cara. Aunque no lo creas, cualquier caminata por más corta que sea podría dañar la tinta de tu tatuaje. Por eso es importante que apliques siempre un factor de protección solar (FPS) 45, por lo menos.

Otro recurso importante para proteger a tu tattoo del sol es mantenerlo cubierto con la ropa. Hay determinadas zonas, como el pecho, la espalda o los muslos, en las cuales esto no suele ser un problema. Sin embargo, en las zonas más expuestas, siempre es preferible también aplicar protector solar, por si acaso.

Por último, es importante que evites a toda costa las camas solares. Si te sometes a ese tipo de procedimiento, te aseguro que tu tatuaje se decolorará muchos más rápido aún, debido que los rayos UVA y UVB de las camas son mucho más intensos que los provenientes del sol.

Si lo que quieres es broncearte, te recomiendo que recurras a las cremas autobronceantes. Para un correcto uso de estas últimas, puedes recurrir a un dermatólogo, quien seguramente sabrá orientarte correctamente con respecto a su aplicación. Es cierto que los autobronceantes pueden ser costosos, pero también es verdad que, si inviertes tanto dinero en un tatuaje, no querrás echarlo a perder por no haberlo protegido del sol correctamente.

Proteger del daño del sol a tu tatuaje es más simple de lo que parece, ¡no dejes de hacerlo!