Colombia es el segundo país en Latinoamérica con más casos de malaria, si bien las cifras se han reducido en un 50 por ciento en los últimos años, fruto del esfuerzo y la dedicación de la comunidad científica que ha encarado este mal.
Colombia busca eliminar la malaria

Y para continuar este avance, investigadores de todo el mundo se han reunido en Cali en el III Simposio Perspectivas de Eliminación de la Malaria en América Latina.
Debido a la incidencia de la malaria en Colombia, es interesante conocer también la perspectiva y las políticas que el Estado tiene para enfrentar esta enfermedad, por lo que entrevistamos al doctor Julio Cesar Padilla, encargado de la coordinación del Programa Nacional de Malaria del Ministerio de Salud.
iMujer (iM): ¿Cuáles son las herramientas que el gobierno ha usado para disminuir los casos de malaria en Colombia?

Doctor Julio Cesar Padilla (Dr. JCP): Primero que todo, tener en cuenta las características que tiene la enfermedad, ya que varía de un lugar a otro y dependiendo de esto se establecen planes específicos para impactar la morbilidad y la mortalidad.
Desde el punto de vista de intervención hay dos factores determinantes que nos han resultado muy efectivos: todo lo referente al diagnóstico oportuno y al tratamiento adecuado, junto al uso de toldillo con insecticidas de larga duración en localidades con transmisión persistente.
Esto se ha visto reflejado en una disminución de la endemia y de la mortalidad, en esta última de más del 70 por ciento y en la morbilidad de más del 50 por ciento, ahora estamos tratando de establecer estrategias sostenibles para que esos logros perduren en el tiempo.
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iM: ¿Cuáles son las zonas de Colombia donde se registran más casos de malaria?
Dr. JCP: Colombia tiene tres grandes escenarios de transmisión, una de ellas se encuentra en la zona norte del país que incluye los departamentos de Córdoba y Antioquia, lo que es Urabá, el bajo Cauca antioqueño y el sur de Córdoba.
Estamos hablando que el 40 por ciento de casos de la malaria en el país se dan en esta zona, determinados por una serie de factores de tipo social como los desplazamientos, los cultivos ilícitos y la minería ilegal.

El segundo gran foco de casos registrados de malaria se da en la Región Pacífica, en los departamentos costeros de Choco, Cauca, Valle y Nariño, donde también se mantiene una tendencia constante.
Y el foco más reciente y que es el que menos problemas tiene hasta el momento, es el foco de la Amazonía y Orinoquía, dado que están influenciados por los fenómenos de los cultivos ilícitos, grupos insurgentes y todo lo referente a las políticas de seguridad que se está desarrollando en el país.
Si bien se estima que hay 450 municipios en Colombia donde se presenta esta enfermedad, estamos hablando que el 80 por ciento de los casos se dan en 66 municipios distribuidos en los departamentos de los focos anteriormente mencionados.
iM: ¿Las políticas del gobierno buscan reducir aún más los niveles de malaria en Colombia?
Dr. JCP: Sí, por supuesto, en este momento estamos tratando de organizar los aspectos relacionados con la intervención de la enfermedad, consolidando lo que llamamos el control de la malaria, para mantenerla a unos niveles endémicos, que realmente no representen un problema de salud pública.
La idea es que dentro de 10 años el país pueda embarcarse en una política de eliminación, sobre todo en aquellos focos donde son eliminables, como en los sectores periurbanos y los departamentos donde la malaria existe, pero no con gran intensidad, en estos lugares es posible de aquí al 2021 lograr la eliminación.
iM: ¿Qué puede hacer cada persona en su casa para poner su granito de arena en la eliminación de la malaria?

Dr. JCP: La malaria es fundamentalmente una enfermedad rural y que en Colombia se da principalmente en áreas mineras o de desplazamiento por el conflicto social armado que vive el país.
Las personas de dichos sectores son personas susceptibles a adquirir la enfermedad, ya que entran a áreas-foco donde hay transmisión activa, de tal manera que lo ideal sería extremar las medidas de protección individual, como usar mangas largas en las horas en que pica el mosquito (entre las 5 de la tarde hasta la media noche), utilizar los toldillos de larga duración y repelentes.
En las zonas de minería es fundamental evitar estar expuesto a las áreas donde se produce la explotación que son los pozos residuales que quedan y que se convierten en los principales criaderos.




