Una de las cosas más increíbles de haber crecido en los 90 es la variedad de juguetes que existían. En verdad, no sabíamos de aburrimiento ni de Angry Birds.
8 juguetes bizarros asombrosamente populares en los 90

Pero, no todo era “color de rosa”, dentro de esa enorme variedad también había juguetes de los 90 que eran bastante bizarros, ya sea por su forma o por su función. Aquí algunos ejemplos muy claros:
#1 Furby
Sé que a simple vista un Furby no se ve tan mal, pero, ¿recuerdas qué pasaba cuando lo apretabas? Sí, comenzaba a hablar y cerraba los ojos (y esto hacía un sonido robótico algo aterrador), característica que a millones de niños en lugar de divertirnos, nos daba mucho miedo.
#2 My Size Barbie
La Barbies siempre han sido (y seguirán siendo) nuestra fascinación, pero ¿cuál era la necesidad de hacer una de tamaño “real” para que fuera la “amiga” de cualquier niña? ¿No era más lógico jugar con otras peques de verdad?
#3 Creepy Crawlers
Entre las niñas de los 90 estaba cocinar en micro hornitos, los niños se estaban quedando atrás hasta que apareció esta versión. ¿Lo bizarro? Ellos hacían bichos de plástico flexible; llegó un punto en el que hasta podían fabricar ratas.
#4 Barbie embarazada
Una de las Barbies más populares de los años 90 fue la Barbie embarazada, aunque su popularidad no le quita lo bizarro. Así, las niñas pequeñas teníamos una muñeca con un estómago magnético que se quitaba y ponía para meter y sacar un diminuto bebé.
#5 Poo-Chi
Estoy completamente de acuerdo con que este perro robot era futurista y que era muy bueno que no tuviéramos que limpiar sus eses. Pero tener un perro de verdad es lo mejor que nos puede pasar (aún más si es desde niños).
#6 Moco de King Kong
Aunque el Moco de King Kong lo vendían por todos lados y nuestros compañeros de la primaria lo tenían, la realidad es que este “juguete” sólo servía para manchar nuestra ropa e inclusive causarnos una enfermedad estomacal.
#7 Memín Pinguín
Aunque Memín Pinguín era uno de los personajes más queridos de muchos niños, este muñeco definitivamente no le hizo justicia. Además, era un juguete que honestamente no era muy apto para los niños.
#8 El hombre elástico
Stretch Armstrong (su nombre original) tenía sus piernas y brazos rellenos de jarabe de maíz gelificado, razón por la cual se podían estirar en exceso. Sinceramente no era un juguete que tuviera mucho chiste.
Sí, seguramente muchos de estos juguetes tenían muchos fans, lo que explica por qué somos una generación tan curiosa, ¿no?
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