6 princesas sin un 'felices para siempre': viven en tragedia por puro protocolo
Cuando se piensa en princesas, es inevitable remontarse a las de los cuentos y su “final feliz”; o bien, recordar las lujosas vidas de figuras reales como Kate Middleton.
Sin embargo, ejemplos históricos como los de Grace Kelly o Lady Di, muestran que el protocolo real a veces puede ser toda una pesadilla, en especial para las mujeres.
A continuación, presentamos un conteo de princesas actuales que son conocidas por su desdicha, o bien, que son una “comidilla” para su propio pueblo debido a motivos desgarradores. Echa un vistazo.
Masako, emperatriz de Japón
Para Masako, corresponder al amor príncipe Naruhito fue su perdición. Aunque la pareja se casó llena de ilusiones, y el hoy emperador ha protegido a su esposa siempre, la presión imperial hacia Masako fue implacable desde el inicio.
Masako y Naruhito eran frecuentemente atocigados para otorgar un heredero varón al trono. Sin embargo, sólo pudieron concebir a la princesa Aiko en el año 2001, y al ser mujer, la ley sálica japonesa no le permite acceder al mandato de su país.
Dadas las décadas de presión social, y un amplio historial de depresión, Masako se ha internacionalziado con el apodo de “la princesa triste”.
Contantemente, parte del pueblo japonés se pregunta si lejos de la vida de realeza, Masako hubiese despegado con creces su brillante carrera de economista y diplomática.
Hoy día, sigue luchando contra su ansiedad diagnosticada y contra las duras críticas de su suegra (Michiko) y su cuñada (Kiko).
Princesa Aiko
Es la única hija de Masako y Naruhito, los actuales emperadores japoneses.
A pesar de ello, la tradicionalista ley sálica, nunca le permitirá a Aiko convertirse en emperatriz
.
Para la posibilidad de reemplazar a su padre en el trono del Crisantemo, Aiko fue “saltada”, así que el segundo en la línea de mandato actual es su tío (Fumihito), seguido del hijo de éste (Hisahito).
En añadidura a lo anterior, Aiko no podrá elegir libremente a su esposo, a menos que quiera perder su título y todos sus derechos reales. En resumidas cuentas: deberá casarse con algún candidato que pertenezca a la nobleza, o si no, vivirá como cualquier otra plebeya de Japón y será “desterrada” de su genealogía.
Esta “suerte” la comparte con sus primas Mako y Kako, quienes tampoco tienen derecho a suceder al trono en ningún momento… a pesar de ser mayores que su hermano Hisahito.
Princesa Shamsa Al Maktum
El caso de esta princesa es insólito: ni siquiera se sabe si está viva o muerta.
En los Emiratos Árabes Unidos, el sistema favorece al varón aún más que en Japón. Muchas mujeres en aquel país no son libres ni para conducir un auto o estudiar una carrera, y ni siquiera las princesas representan una excepción a la regla.
Hambrienta de libertad, la princesa Shamsa huyó de su país en el año 2000, cuando tenía 18 años de edad.
Sin embargo, a las pocas semanas de su escape fue localizada por el Ejército de su padre, Mohammed bin Rashid al-Maktoum (emir de Dubái y primer ministro de Emiratos Árabes).
En años posteriores, se admitió el uso de tortura y violencia para regresar a la princesa a su país. Sin embargo, aún estos días, no se sabe qué ocurrió con ella
Princesa Latifa Al Maktum
De entre sus más de 30 hermanos y hermanas, Shamsa y Latifa siempre tuvieron una complicidad especial.
Cuando Shamsa huyó en el año 2000, la pequeña Latifa (de entonces 14 años) se quedó desconsolada, esperando algún día poder repetir los pasos de su hermana mayor.
Sin embargo, la noticia de su captura y posterior desaparición, la persiguen hasta el día de hoy. Latifa hizo sus propios esfuerzos por huir, primero en el año 2002 y luego en el año 2018.
Justo cuando parecía que lo había logrado, Latifa dejó un video despidiéndose por si algo le pasaba, y pidiendo que siguieran buscando a su hermana a la par que investigaban a su padre.
Actualmente Mohammed bin Rashid al-Maktoum tiene cargos internacionales que le exigen explicaren un juicio el paradero de Shamsa y Latifa. Se cree que ésta última está viva, pero recluida y sedada en un paradero secreto.
Matilde de Bélgica
La reina Matilde ha permanecido rodeada de rumores y calumnias desde que se casó con el rey Felipe en el año 1999.
Ni siquiera su coronación en el año 2013, apaciguó las especulaciones respecto a la orientación sexual del monarca: se cree que éste es homosexual y que tiene una longeva relación con un hombre al que considera su verdadero amor.
Más allá de los prejuicios por parte del pueblo más conservador, Matilde es señalada como una esposa “de adorno”, y frecuentemente, hasta “culpada” de la relación extra-marital del rey.
Catalina Amalia de Orange, princesa de Países Bajos
Con sólo 17 años de edad, Catalina ha conocido la peor cara de la prensa: con frecuencia se “le sugiere” perder peso en numerosas publicaciones de moda.
Aunque para nadie es agradable ser bombardeada con todo tipo de críticas respecto a su cuerpo, Catalina no ha dejado que las críticas le arrebaten su felicidad y su gusto por el alta costura.
Es un aliente para todas las mujeres que la rodean, ya que desde el foco real con el que nació, puede dar un mensaje esencial de auto-aceptación.
¿Conocías las historias de estas “princesas tristes”? ¡Cuéntanos en los comentarios!
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