True Blood: el último intento [Crítica 7x07]

Cada vez queda menos para despedirnos de True Blood y las cosas empiezan a ponerse emocionantes, que era algo que no pensaba que iba a decir de la séptima y última temporada de la serie. A ver si le dan el final que se merece aunque presiento que tendremos alguna que otra muerte antes de decirles adiós.

Eric tiene un nuevo aliado y una nueva misión

El episodio 7 de la temporada 7 de True Blood titulado May be the Last Time ha tenido un protagonismo repartido entre casi todos los protagonistas de la serie. Todos han seguido avanzando y dirigiéndose hasta el final de la serie. Analicemos lo que ha pasado en este capítulo.

Ver también: True Blood temporada 7, episodio 6 

[Contiene spoilers]

Si hablamos de Eric ( Alexander Skarsgård), podemos decir que su venganza empieza a tomar forma de manera relativa. Después de encontrar y matar a Amber, se alía con Yokonomo para ser la imagen de una nueva marca: New Blood, la sangre sintetizada de Sarah ( Anna Camp) que resulta ser el antídoto para los vampiros contagiados de Hepatitis V.

La misión es encontrar a Sarah y que ellos después sean los vampiros que cuenten su historia, la historia de cómo se curaron. Sin embargo, algo me hace pensar que Eric y Pam ( Kristin Bauer van Straten) tienen otros planes. A ver si encuentran a la chica antes de que le dé un chungo porque ha empezado a tener alucinaciones con las personas que se ha acostado.

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Bill se encuentra entre la vida y la muerte

En Bon Temps, las historias no han dejado de sucederse. Sookie ( Anna Paquin) pide ayuda a su abuelo hada para salvar a Bill ( Stephen Moyer) pero se dará cuenta de que ni la magia puede salvarle. Por eso disfrutará de su compañía hasta el último momento, lo que obviamente incluye una ración de sexo que veíamos venir desde lejos.

Andy ( Chris Bauer) y Holly ( Lauren Bowles) seguirán en busca de sus hijos que llegan hasta la “casa” de Violet, la cual tiene similitudes con la de Christian en 50 Sombras de Grey, por el ajuar de sadomasoquismo de Violet. Y es que tiene unos planes muy especiales para su nueva amiga hada, algo que nos temíamos desde el primer momento.

A parte de las ridículas escenas en las que hemos visto a Jason ( Ryan Kwanten) sin camiseta (sobre todo la del aspirador), el chico se ha tenido que enfrentar a dos problemas. El primero, la vuelta de Hoyt ( Jim Parrack) para identificar el cadáver de su madre y el segundo, su atracción irremediable hacía la novia del que fue su mejor amigo en el pasado.

Puntuación 7/10: un capítulo bastante entretenido de True Blood que ha contado con otras historias de menor calado. Arlene ( Carrie Preston) se enfrenta a su atracción por Keith, al mismo tiempo que Sam ( Sam Trammell) se debate entre quedarse o dejar Bon Temps para siempre y seguir a su familia.