True Blood: final de la serie [Crítica 7x10]

Y por fin hemos llegado al momento final de la serie True Blood, esa serie que comenzó siendo una pionera en las historias de vampiros, continúo de manera más bien irregular y acabó con un par de temporadas sin sentido alguno. Sin embargo una vez analizamos el desenlace de la ficción de HBO, el resultado no es del todo malo. ¿Estáis preparados para despediros de Sookie & cía.?

Ver también: Crítica de episodio 9 de la temporada 7 de True Blood

Bill consigue su propósito y muere para siempre

El episodio 10 de la temporada 7 de True Blood titulado " Thank you" , sin duda es un tributo a los fans de la serie, a los incondicionales que todavía vibraban con las historias de los personajes. Dando las gracias a los seguidores de la ficción se despiden colocando cada cosa en su sitio y siendo todo bastante mejor de lo que parecía en un principio.

[Contiene spoilers]

La historia de este episodio ha tenido una clara protagonista, Sookie ( Anna Paquin). La joven termina hablando con Bill ( Stephen Moyer), quien le confiesa que quiere acabar para siempre con su vida y lo hace por ella, porque no quiere robarle la oportunidad de tener una vida normal, tener hijos y una familia. Como no puede alejarse de ella ni ella de él, su solución pasa por morir.

Incluso, le pide que le mate a través de la boda de luz de las hadas, con lo cual ella también dejaría su naturaleza mágica. En el último momento se da cuenta de que ella es así y no puede cambiarlo, lo cual no le impide que le clave una estaca en el corazón y se despida de su gran amor para siempre. La escena del cementerio ha sido una de las más bonitas, tristes y enternecedoras que hemos visto en la serie en mucho tiempo.

La boda de Jess y Hoyt

Jess ( Deborah Ann Woll) le hace saber a Bill que ella estará bien después de que se marche, que aunque no aprueba lo que va a hacer, lo respeta. Antes de que termine todo para Bill, el vampiro le pide un favor a la pelirroja: hace de casamentero e improvisan una boda en la que ella y Hoyt ( Jim Parrack) se dan el “sí, quiero”. El amor entre la pareja ha vuelto a resurgir como si nunca se hubiera apagado.

Vemos a un Bill más humano que nunca, intentando controlar sus emociones ya que recuerda que no pudo ir a la boda de su hija (biológica) y a Sookie entendiendo lo que realmente quiere en la vida. A la ceremonia le acompañan todos los amigos que han tenido y que todavía sobreviven en Bon Temps.

4 años más tarde…

Un año después de la muerte de Bill, Eric ( Alexander Skarsgård) y Pam ( Kristin Bauer van Straten) lanzan al mercado New Blood la cura contra la Hepatitis V con una historia un poco modificada. Anteriormente habíamos visto al vikingo hacer lo que mejor saber hacer y dejar sin opciones al Sr. Gus, al mismo tiempo que se adueñaba de su idea y de sus beneficios. Tres años después vuelven a regentar su bar nocturno de vampiros reteniendo a Sarah ( Anna Camp) que estará a su merced para siempre.

La cena de Acción de Gracias es la perfecta excusa para reunir a toda la familia, a todos los amigos que hemos visto en True Blood y ver cómo han cambiado sus vidas en cuatro años. Arlene ( Carrie Preston) mantiene su noviazgo con Keith, James ( Nathan Parsons) y Lafayette ( Nelsan Ellis) siguen juntos, de la misma manera que Hoyt y Jess y Andy ( Chris Bauer) y Holly ( Lauren Bowles).

Por otra parte Jason ( Ryan Kwanten) por fin deja fluir sus sentimientos y aprovecha la oportunidad con Bridgette. Le habíamos visto intimar con toda clase de mujeres pero el mujeriego ha sentado la cabeza y le han convertido en padre de familia. Un milagro sabiendo cómo ha sido el joven Stackhouse en el pasado.

Y la pregunta del millón, ¿qué le ha pasado a Sookie? ¿ha encontrado lo que buscaba? Efectivamente, vemos a una Sookie feliz, embarazada y contenta con un hombre a su lado. No nos muestran su rostro pero no hace falta porque lo importante es que al dejar marchar a Bill ha encontrado lo que quería: una vida normal.

Puntuación 8/10: el último capítulo de True Blood ha estado cargado de emoción en casi todos los personajes de la serie. Aunque ha tenido unas temporadas para olvidar, lo cierto es que su final es un cierre digno y muy respetable donde cada cual ha conseguido lo que deseaba. Sólo nos queda despedirnos de la ficción, ¡¡hasta siempre!!