Casi nos tenemos que despedir de True Blood para siempre y aunque la serie ha dado tumbos las últimas temporadas, los últimos capítulos están dejando un buen sabor de boca. Y es que sólo nos queda un episodio para que acabe la séptima y última temporada de la serie de vampiros de HBO.
True Blood: amar hasta morir [Crítica 7x09]

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Eric confiesa y Bill decide dejarse morir
El episodio 9 de la temporada 7 de True Blood titulado “Love is to Die” ha avanzado en todas las relaciones de los protagonistas del drama, aunque ha tenido un par de personajes más destacados que han sabido encarrilar sus vidas hasta el final que todos esperamos.
[Contiene spoilers]

El penúltimo episodio ha vuelto a centrarse por un lado en Eric que ha visto como casi pierde a Pam ( Kristin Bauer van Straten) a manos de los Yakuza. No puede seguir engañándoles por más tiempo y decide confesar que Sookie sí sabe que Sarah ( Anna Camp) existe, algo que seguro que le trae más de un problema a nuestra hada favorita.
Bill ( Stephen Moyer) afirma que no quiere la cura de la Hepatits V, quiere acabar para siempre con su vida y supuestamente lo hace por Sookie ( Anna Paquin), para que deje de sufrir por él. Aunque a mí me suena que cuando vea que está en peligro y alguien amenaza su vida, cambiará de idea.

Además, Eric ( Alexander Skarsgård) ha cumplido con el irreverente sueño de Ginger después de tantos años de conocer: acostarse con ella. Lo veo un sinsentido en el que quieren tener a todo el mundo contento cuando sabemos que realmente Eric jamás se acostaría con ella.
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Una despedida, una reconciliación y un encuentro
Otra de las protagonistas de la trama ha sido sin duda Jess ( Deborah Ann Woll), la pelirroja ha encontrado lo que deseaba. Después de dar la bendición a la relación de James ( Nathan Parsons) y Lafayette ( Nelsan Ellis), vuelve a buscar a Hoyt, al que nunca ha olvidado y cuyos sentimientos vuelve a brotar en su interior.


Hoyt ( Jim Parrack) le corresponde, lo cual deja a Brigette desamparada y sola en Bon Temps. La rubia se refugiará en Jason ( Ryan Kwanten) aunque no de la manera sexual que podríamos esperamos del pequeño Stackhouse, sino algo mucho más profundo de íntimo. ¿Será la chica que con tanto ahincó estaba buscando?
Puntuación 7/10: a un episodio del final, las cosas parecen estar correctamente colocadas para que True Blood acaba perfectamente. Sin embargo no me ha gustado la forma en la que han despedido al personaje de Sam ( Sam Trammell). Después de tantos años se ha ido por la puerta de atrás y sin despedirse de nadie.






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