Falleció Leonardo Favio, uno de los más importantes cineastas de la Argentina. Murió a los 74 años luego de sufrir una larga enfermedad que lo había alejado de la escena pública. En agosto hizo su última aparición en el Congreso Nacional, al recibir un diploma de honor por su trayectoria.
Falleció el director argentino Leonardo Favio

Favio fue uno de los pocos artistas argentinos que logró conjugar un gran prestigio artístico dentro de los sectores especializados, junto a enormes éxitos populares, dirigiendo un puñado de clásicos indiscutidos de la historia del cine latinoamericano.
Sin embargo, su figura tuvo más trascendencia por su rol de cantante y autor de famosísimos boleros y canciones románticas, sobre todo en la década del 60 y del 70. Fuiste mía un verano, Ella ya me olvidó, Para saber lo que es la soledad, entre otras, son éxitos que llegaron a ser versionados en más de catorce idiomas
Inicios
Favio nació en 1938 en Luján de Cuyo, provincia de Mendoza, como Fuad Jorge Jury, cambiándolo por su nombre artístico al inicio de su carrera. Padeció una infancia muy difícil, llegó a pasar varias noches en institutos de menores y sintió la pobreza en carne propia. Algunas de estas duras experiencias quedaron retratadas en su film Crónica de un niño solo.
Su primera incursión en el mundo del cine fue como actor. De la mano del director Leopoldo Torre Nilsson actuó en películas como El secuestrador, La casa del ángel y Fin de fiesta. Luego de realizar varios cortometrajes como director, debutó en el formato largo con la mencionada Crónica de un niño solo.
Luego estrenó Este es el romance del Aniceto y la Francisca, de cómo quedó trunco, comenzó la tristeza, y unas pocas cosas más, en 1967, adaptación de un cuento de su hermano. Posteriormente filmó El Dependiente, un denso drama protagonizado por Graciela Borges, cerrando lo que se considera su primera etapa como director.
Fama y militancia
De estrecha relación con el peronismo, Favio encara una etapa volcada al espectáculo popular. Estrena Juan Moreira en 1973, la historia de un gaucho insurrecto donde echaba mano de una explosiva paleta de colores y estéticas del spaghetti western, para llegar al corazón del pueblo espectador que concurría al cine masivamente.
En 1975 estrena Nazareno Cruz y el lobo, donde explora el mito del Lobizón contado por medio de un inolvidable romance. El film fue visto por 3,6 millones de personas y es considerado el más taquillero de la historia del cine argentino, superando incluso a la oscarizada El secreto de sus ojos.
Más tarde reúne al campeón mundial de boxeo Carlos Monzón, con el cantante italiano Gian Franco Pagliaro para que protagonicen Soñar, soñar. Esta película resultó un sonoro fracaso, debido a que fue estrenada en 1976, año del golpe militar cuando Favio emprendía su exilio.
Explotó su carrera como cantante melódico y recorrió Latinoamérica y Europa. Recién en 1993 volvería al cine con Gatica, el mono, donde vuelve a utilizar una figura de llegada masiva como lo fue el boxeador José María Gatica, para representar simbólicamente a la primera etapa del peronismo.
Últimos años
En 1999 dirige Perón, sinfonía del sentimiento, una extensísima película (excede las cinco horas de duración) en la que utilizan diversas técnicas como la animación, la entrevista y la dramatización para componer un documental que explora la concepción de la mitología peronista desde una perspectiva profundamente subjetiva.
Su último largometraje fue una revisita en clave de ballet de El Romance del Aniceto y la Francisca…denominado Aniceto. Aquí, Favio demuestra que es un dotado de la puesta en escena y dueño de un alma tan sensible como la historia que cuenta.
Ya enfermo, rodó el cortometraje La buena gente, que formó parte de las obras dedicadas al bicentenario argentino. Con su partida, El Mantel de Hule se convirtió en su proyecto inconcluso.
Dejamos este espacio abierto para que los que gustan de su cine compartan sus sentimientos ante su partida.









