Crítica de True Blood 4x01 y 4x02: La hora de las brujas

Finalmente, luego de mucha espera, llegó la cuarta temporada de True Blood, y las emociones no se hicieron esperar en Bon Temps. Para los fanáticos que aún no han tenido la oportunidad de ver los primeros dos capítulos de la serie, lo mejor será abstenerse de leer el artículo, porque les voy a regalar una lluvia de spoilers.

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En la última temporada, finalmente nos revelaron que existen las hadas, y que Sookie es, en parte, un de ellas. Ahora, en la cuarta temporada, comenzamos viendo la llegada de Sookie al mundo de las hadas, donde las sorpresas no se demoran. De hecho, ya habíamos visto un adelanto de los primeros 6 minutos aquí.

El mundo de las hadas al que llega Sookie ( Anna Paquin) parece bastante mágico, casi salido de los cuentos que solíamos leer de pequeños, y hasta descubre que tiene un hada madrina. La primera gran sorpresa es que Sookie encuentra en este mundo a su querido abuelo, a quién creíamos muerto desde el principio. Al comienzo él no la reconoce, y luego descubrimos que el tiempo, en este nuevo mundo, corre de forma diferente; es por eso que Sookie ha pasado 20 años sin ver a su abuelo, pero él afirma haber estado lejos tan solo durante unas horas.

Es sin dudas una buena explicación para el hecho de que el amoroso abuelo se alejara de su familia. Les recuerdo que lo daban por muerto luego de haber desaparecido, y que nunca habían encontrado un cadáver que probara dicha muerte.

Poco a poco todo ese brillo maravilloso comienza a llamar la atención de Sookie, y empezamos a descubrir que el mundo de las hadas no es un mar de rosas, y conocemos nuevas criaturas, que me dejaron con más asco que dudas (tengo ambas, pero es que son criaturas bastante repugnantes). Ahorro detalles, porque siempre hay un desprevenido/masoquista que lee sin haber visto los capítulos.

Con un pequeño salto en la historia llegamos al momento en que Sookie vuelve a Bon Temps, para descubrir que ese viaje de minutos al mundo de las hadas significó un año entero en nuestro mundo. Todos pensaron que estaba muerta (en especial al recordar su relación presa-predador con Bill). Gracias a las hadas (?), sigue con vida, más afectada mentalmente, pero aún viva. Aunque no es fácil explicar en dónde ha estado, logra dar una excusa y reencontrarse con sus amigos.

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Aquí, mi aplauso a Lafayette, que comienza la temporada a puro vapor. Muy bien ennoviado con Jesús, con un look súper genial y un nuevo hobbie, la brujería (o religión wicca para los más entendidos). Por lo que nos dan a entender en ambos capítulos, el chico se guarda un don mágico impresionante; aunque no al estilo Harry Potter.

Tara es otra sorpresa, ya que finalmente se ha quitado el papel de chica sufrida y comienza a mostrar más actitud, bien lejos de Bon Temps. No solo se ha venido más fuerte, sino que también protagoniza la primera relación lésbica de la serie. Sip, eso mismo, con besos y revolcones en la cama. Dato interesante luego de esto: se hace llamar Tony, lo que para mi es demasiado masculino.

Imagen HBO LA Press

A lo largo del primer capítulo cada personaje va mostrando su actualidad, con evoluciones interesantes, por lo cuál se agradece ese año que ha pasado sin Sookie, sino demoraríamos en llegar al Bon Temps actual.

Jason se ha hecho más hombre, pero ha confiado mucho en las panteras, y comienza a pagar el precio. Pero es una historia que se irá desarrollando en los siguientes capítulos. Lo bueno es que finalmente ha conseguido su sueño laboral.

Como era de esperarse, vuelve a plantearse una dicotomía entre Eric y Bill; por un lado el sheriff y del otro el nuevo Rey de Louisiana. Personalmente, prefiero a Eric, pero el segundo capítulo nos complica la historia.

Es aquí cuando comenzamos a ver el nuevo poder de la brujería en la serie, y Bill le encarga a Eric la tarea de poner fin a este grupo wicca. El gran giro se da cuando Eric irrumpe de forma abrupta en una de las sesiones de grupo, demandando que terminen con las reuniones y las prácticas de brujería, pero todos sus años de vida no le han inculcado prudencia a la hora de enfrentarse con un grupo de brujas, y termina pagando un precio caro, que lo deja un poco más… fresco.

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Antes de irme, quiero recordarles que noten en estos dos capítulos cómo es difícil sobrevivir a una vida de pareja cuando la relación es entre un humano y un vampiro. Jessica está viviendo con Hoyt, pero no es una chica que tenga el deseo de dedicarse a las ollas y las tareas domésticas, y si un vampiro enjaulado, con ansias de sangre humana y sexo con desconocidos.

Creo que sería mejor convertir a Hoyt en un vampiro, pero antes deberían probar que se aman de verdad, ya que no es muy buena idea regalarle la inmortalidad a alguien con quien no quieres compartirla. Eso o que Jessica salga a vivir la vida que desea, lo que puede ser mucho más rentable para los fanáticos de la pelirroja.