Cuando comenzaron a anunciar la segunda temporada, llovían los posters con el lema “ War is Coming”. Anhelo el día, o mejor dicho, episodio en que eso suceda. No quiero sonar contradictoria, me encanta Game of Thrones, y me parece que HBO ha hecho y está haciendo un gran trabajo adaptando esta saga, lo cual no debe ser nada fácil. Pero ya llevamos cuatro episodios, y tengo la sensación que todo está avanzando de forma muy lenta. Algo bueno que sí remarco de lo visto hasta el momento, son las personalidades de los personajes, muy bien desarrolladas.
Crítica de Game of Thrones 2x04: Garden of Bones

Garden of Bones no fue un capítulo sobre la guerra, de hecho continúo esperando que ésta se acerque, sin embargo hubo un gran acercamiento al dolor, la tortura, las luchas personales y ambiciones.
El Rey Joffrey está aburrido
Robb Stark ( Richard Madden) continúa con sus batallas (de las cuales no hemos podido ver su desarrollo) contra los Lannister. Pero estas victorias le están costando caras a Sansa ( Sophie Turner), que continúa sin pasarla nada bien en King’s Landing.
Hablemos un poco de Joffrey. Realmente le tengo que dedicar unas cuantas líneas porque no deja de sorprenderme. Cada vez que Joffrey ( Jack Gleeson) irrumpe en la pantalla no deja de sorprenderme. Creo que si Freud y Jung estuvieran vivos para ver el show, se harían un festín con este personaje, porque dudo que ser fruto de una relación incestuosa lo haya dejado tan mal predispuesto de por vida. Sin dudas, es un villano poco convencional, pero la perversidad que tiene, fluye en él como si fuera lo más natural del mundo.
Evidentemente hay algo muy mal con la cabeza de este chico, y esta vez lo sacó a la luz más que nunca. El rey decidió que Sansa tiene que pagar por todo lo que su hermano, el Rey del Norte, le está haciendo a los Lannister. Todo se estaba poniendo bastante violento hasta que Tyrion ( Peter Dinklage) intervino de la única forma que lo sabe hacer, callando a su sobrino, impartiendo lecciones, y amenazas. Y justo cuando pensábamos que Tyrion y Bronn tenían razón, que todo lo que le hacía falta al siniestro adolescente era un par de prostitutas para calmarlo un poco, de pronto Joffrey transforma todo en un escenario de perversidad y sadismo.
Pero, basta del niño rey por el momento. Tyrion sigue siendo lo más divertido de esta segunda temporada. Siempre con sus diálogos tan perspicaces, inclusive hacia el final del episodio cuando se las ingenia para chantajear a su primo Lancel.
Sombras en la oscuridad
Dos nuevos escenarios emergieron en este episodio, Qarth y Harrenhal. Pero vamos por parte. Danerys ( Emilia Clarke) regresó para tratar de encontrar alguna escapatoria de las ciudades desiertas. A pesar de ser rechazada en un primer momento, la bondad de uno de los Trece, Xaro Xhoan Daxos ( Nonso Anozie) hizo que la ciudad de Qarth finalmente le abriera sus puertas a la “Madre de los Dragones”. Hay que reconocer que Dany no tiene demasiadas fichas para poner en juego a no ser por sus pequeñas bestias, y no va a faltar oportunidad de que alguien intente aprovecharse de ellos.
Algo que me molesta un poco, es que es muy poca la importancia que se le está dando al personaje de Daenerys en esta segunda temporada, a comparación del protagonismo que tuvo en la primera, por supuesto esto es así porque están siguiendo el desarrollo del segundo libro. Pero hubiera estado bueno ver más de ella.
La otra locación que se nos introdujo anoche fue la embrujada Harrenhal. Una vez allí, Arya ( Maisie Williams) tuvo que ser testigo de los horrores que padecen los prisioneros de los Lannister. Es más, Gendry estuvo a punto de padecer una de esas torturas con la rata, hasta que Tywin Lannister ( Charles Dance) llegó para salvar el día. Quién iba a decir que Tywin podía llegar a ser compasivo con un puñado de prisioneros.
La verdad es que no me voy a detener en el pequeño viaje de Littlefinger ( Aidan Gillen) al campamento de Renly Baratheon, en el que compartió una conversación poco sutil con Margaery Tyrell. Y además, le confesó su amor a Catelyn Stark. Prefiero pasar al final de este capítulo que fue un tanto interesante.
Stannis mandó a Davos ( Liam Cunningham) y a Melisandre ( Carice van Houten) en un agradable paseo en bote a la luz de la luna, pero lo que parecía una misión no del todo clara, terminó convirtiéndose en una de las escenas más escalofriantes hasta ahora vistas. El desenfadado encuentro (íntimo) que tuvieron Stannis y Melisandre, parece haber dado sus frutos rápidamente. Pues vimos como la sacerdotisa daba a luz a una especie de sombra amorfa (o hijos de la luz como los llama ella), como sea, fue de lo más extraño, pero no fue menor.
Esta es una de las primeras cosas “sobrenaturales” que no habíamos visto antes, que era justamente lo que le daba ese aspecto tan realista. Va a ser interesante ver cómo reacciona Stannis ante la feliz noticia, después de todo, ella le prometió un hijo, pero no específico qué clase de hijo le iba a dar.
Como dije al principio, si bien me da la impresión que le está faltando un poco de acción al show, sí me pareció que Garden of Bones, hasta ahora, fue el capítulo donde más se ha permitido a los personajes dejar al descubierto sus personalidades, sus formas de ser, y sus ambiciones.
Debo reconocer que los personajes más jóvenes, especialmente Joffrey y Arya, se están robando el show, a mí parecer, con sus actuaciones, y además, porque estos dos han probado ser bastante fuertes, cada uno a su manera.









