9 lecciones de vida que aprendimos gracias a las películas de Disney, Pixar y Dreamworks
El cine de animación siempre se ha encargado de transmitirnos unos valores, tanto a grandes como a pequeños, que se han convertido en lecciones atemporales que todos aplicamos en algún momento de nuestra vida o, al menos, deberíamos.
Volvámonos nostálgicos, recuperemos algo de esa infancia y recordemos esas lecciones de vida aprendidas de Disney, Pixar o Dreamworks.
1. "La belleza está en el interior" (La Bella y la Bestia)
Aunque sea un dicho que raras veces aplicamos en el mundo actual, sí es cierto que las apariencias muchas veces nos juegan una mala pasada, y mientras una persona que no nos parecía lo suficiente atractiva resulta poseer una gran bondad que embellece ese envoltorio que rechazamos, otros nos sorprenden más allá de un comportamiento grosero durante un primer encuentro. La versión más soñadora del dicho "las apariencias engañan".
2. "La flor que crece en la adversidad es la más hermosa de todas" (Mulan)
Sabias las palabras del padre de Mulán al verla triste tras decepcionar a la casamentera. La historia de la guerrera china que se hizo pasar por hombre es, posiblemente, una de las películas Disney con mayor número de lecciones: no permitas que nadie te diga cómo debes ser, honra a tu familia y, ante todo, no pienses que el hecho de ser diferente es malo, sino todo lo contrario, te permitirá brillar con más fuerza.
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3. "A un héroe verdadero no se le mide por la magnitud de su fuerza" (Hércules)
Cuando el joven semidios se plantó frente a su padre, Zeus, éste le dijo que debía convertirse en un héroe con tal de recuperar su divinidad. Tras cortar los cuellos de la hidra, levantar rocas y derrotar a un centauro, el sabio dios le dijo que no era suficiente, pues "a un héroe verdadero no se le mide por la magnitud de su fuerza. . . sino por la de su corazón".
4. "Somos más insignificante de lo que pensamos" (Antz)
La primera película de animación de Dreamworks contenía varias moralejas como "la unión hace la fuerza" y nos ofrecía una versión algo más infantil pero no menos realista del sistema en el que vivimos. Sin embargo, lo que en cierto modo marcó a más de un espectador fue aquel plano final en el que el escenario de la colonia de hormigas se veía reducido a una pequeña parcela de Central Park. Fue entonces cuando descubrimos que nosotros también podíamos ser igual de "insignificantes" que esas hormigas.
5. "Cualquier sueño es posible" (Ratatouille)
Muchas de las películas Disney han sido protagonizadas por personajes con un sueño que cumplir, desde la princesa Tiana hasta la sirenita Ariel. Sin embargo, la cinta que mejor representa esa realidad es Ratatouille. Bajo el lema "cualquiera puede cocinar", Remy pasaba de convertirse en una rata de alcantarilla a un chef de prestigio en París tras muchos esfuerzos, huidas, prejuicios y, ante todo, con mucho coraje.
6. "Abandona tu zona de confort" (Enredados)
En algunas películas de animación, la lección es más obvia mientras que, en ocasiones, también puede ser más sutil. En el caso de la princesa Rapunzel, el cautiverio durante toda una vida en una torre y su posterior descenso hasta una hierba cuyo frescor nunca había experimentado nos decía, claramente, que ya era hora de abandonar nuestra zona de confort y atrevernos a salir allá afuera, lejos de todo aquello que la sociedad e incluso nuestros padres nos dijeron.
7. "La tristeza es necesaria en nuestra vida" (Inside Out)
La exitosa película de Pixar trataba de mostrarnos la relación entre la Alegría y la Tristeza, dos emociones personificadas en la mente de una niña de 11 años. Y mientras la cándida protagonista parecía ser indispensable en nuestra vida, esa joven regordeta y azulada llamada Tristeza buscaba su motivo de ser entre subconscientes, islas de personalidad y bolitas luminosas. Finalmente, ésta descubría que era un factor importante en nuestra vida, pues sin la tristeza no existe liberación, atención, ni camino hacia la alegría.
8. “Sigue nadando” (Buscando a Nemo)
Como colofón a este repaso hemos reservado las dos lecciones más frescas y divertidas del cine de animación. Y es que, ¿quién no recuerda a la buenaza de Dory decirle a Marlin que cuando las cosas se volvían difíciles sólo había que decir. . . . sigue nadando, sigue nadando, sigue nadando, nadando? Absolutamente imprescindible.
9. ¡Hakuna Matata! (El Rey León)
No podíamos despedirnos sin hacer mención a una de las grandes películas de Disney, la misma en la que encontrábamos a uno de los tándems más irresistibles de la casa del ratón Mickey: Timón y Pumba, suricato y jabalí que comían gusanos y recitaban Hakuna Matata (No te angusties, en suajili) como la más clara y animada filosofía de vida.
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Estas lecciones de vida que aprendimos gracias a las películas de Disney, Pixar y Dreamworks nos devuelven a una realidad que muchas veces, especialmente durante nuestra vida adulta, dejamos de lado, centrándonos en asuntos que no entienden de cuentos de hadas ni películas infantiles.
Sin embargo, tal y como decía Rafiki, puedes tanto huir del pasado como aprender de él, y en este caso, el regreso a la infancia puede aportarnos más de una gran lección.
¿Cuál es el mensaje de película Disney que más te gustó?