El 21 de marzo de 2004 se lanzaba por HBO la primera temporada de Deadwood, western histórico creado por David Milch, que se extendió por tres temporadas y se convirtió en la gran serie de culto de la cadena, luego de su cancelación en 2006.
10° aniversario de Deadwood, la gran serie de HBO

Ambientada en 1870 en el campamento conocido como Deadwood, en Dakota del Sur, desde un principio se plantó como una serie atípica y compleja, no apta para cualquiera que pasara casualmente haciendo zapping buscando algo de diversión en la pantalla, sino más orientada a aquella audiencia comprometida a seguir, con un ritmo lento y con una trama casi inexistente, los cambios cotidianos y en apariencia imperceptibles que va sufriendo esta comunidad.
Como suele suceder con este tipo de series, se registraron dos reacciones opuestas: por un lado la audiencia que tal vez tuvo algo de curiosidad en el comienzo, pero que poco a poco fue perdiendo la paciencia y la abandonó; por otro, la gente que la siguió y que se vio cada vez más cautivada por ese mundo salvaje, sucio, sórdido y hostil en el que transcurre la serie, pero en el que, por esas mismas razones, cada gesto de amistad, de amor, de valor o generosidad, resultan mucho más valiosos.
Atestada de grandes personajes, la mayoría de ellos basados en figuras históricas realmente existentes y fascinantes (entre otros, Seth Bullock, Al Swearengen, Wild Bill Hickok, Calamity Jane y E. B. Farnum), Deadwood hace énfasis en éstos y en la relación que mantienen entre sí, más que en una trama dinámica.
Cada episodio es sólo un día en la cronología de la serie, lo que indica que a lo largo de las tres temporadas (de 12 episodios cada una) sólo transcurrió poco más de un mes.
A través de estos personajes se manifiestan los juegos de poder, las miserias humanas y los conflictivos tiempos que se vivían en el Lejano Oeste durante el siglo XIX (entre la fiebre del oro, los indios, los ajustes de cuentas, las tabernas con prostitutas y alcohol), mientras una forma precaria y temprana del capitalismo se va imponiendo en la comunidad y va cobrando protagonismo.
Si bien no llegamos a verlo completamente, podemos sospechar el momento histórico en el que se deja atrás definitivamente el salvajismo y la barbarie o, más exactamente, se comienza a ejercerlos de maneras más sutiles y subterráneas.
De los muchos y excelentes personajes de Deadwood hay uno que se destaca entre todos: Al Swearengen, uno de los grandes antihéroes de la televisión moderna, interpretado brillantemente por Ian McShane.

Es primero un villano temible e intimidante como pocos, una especie de monstruo impenetrable, alcohólico, salvaje y mal hablado, que no duda en utilizar la fuerza y la violencia más sangrienta como forma y ostentación de poder.
Con el paso de los episodios y los cambios de circunstancias comenzamos a ver otros costados de Swearengen, y en un punto hasta llegamos a conocerlo como alguien conciliador, un astuto estratega, que intenta negociar y mantener el bienestar de la comunidad -sobre el cual se erige su posición de poder-, pero, sobre todo, alguien humano.
HBO decidió conmemorar el 10° aniversario de Deadwood emitiendo nuevamente todos los episodios, uno cada noche a partir del próximo 2 de abril, algo que suponemos sólo estará disponible para los suscriptores a la cadena en los Estados Unidos, pero que sirve como oportunidad para recordar y recomendar esta maravillosa serie, que quedó algo trunca luego del final de su tercera temporada, al ser cancelada por la misma cadena que ahora la conmemora.









