Los pterodáctilos fueron los animales más grandes que han surcado nuestros cielos. Su tamaño podía llegar a alcanzar los 15 metros de largo (lo mismo que un aeroplano pequeño), y sus actividades depredadoras fueron inspiración para películas como Jurassic Park 3, donde tenían un rol casi que protagónico.
Sin embargo, la imagen que tenemos de los pterodáctilos podría ser conceptualmente errónea, pues el profesor de la Universidad de Tokio Katsumi Sato ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que estos temibles dinosaurios en realidad no fueran capaces de volar.
Habiendo relevado las características morfológicas de una gran cantidad de aves (incluyendo el descomunal albatros), el profesor japonés ha cortado grueso con la hipótesis de que los pterodáctilos no podían volar debido a que su excesivo peso habría representado un obstáculo terminal para poder aletear con comodidad y firmeza.
La velocidad de aleteo de los pollos y de aves de tamaño pequeño es más veloz que las de las aves más grandes, pero la relación peso-tamaño de las alas va siendo inversamente proporcional a medida que las aves son más grandes, teniendo una buena muestra de ello en el albatros, que con su enorme tamaño pesa tan sólo 22 kilogramos.
El pterodáctilo (cuyo peso se calcula en los 40 kilogramos), habría tenido que lidiar con la incapacidad de aletear con solvencia, pues sus músculos no habrían estado capacitados para soportar semejante peso.
Estos dinosaurios habitaron nuestra Tierra desde hace 251 millones de años hasta hace 65 millones de años, cuando se extinguieron junto a todos los dinosaurios gracias a la colisión de un asteroide devastador con nuestro planeta, llevándose así los secretos de cómo era su supervivencia.
Vía | Telegraph