Una semana tras el ataque en San Bernardino, ¿qué se sabe?

Repasamos lo que se sabe el ataque terrorista ocurrido en San Bernardino una semana después de la masacre

Tiroteo en San Bernardino
Tiroteo en San Bernardino
Imagen Getty Images

Una semana después del ataque en San Bernardino que costó la vida a 14 personas y dejó 21 heridos la investigación se centra en tres personas, sus relaciones y motivaciones, así como los posibles vínculos con la organización terrorista ISIS.

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El ataque
En torno a las 11 de la mañana del miércoles 2 de diciembre Syed Farook y su esposa Tashfeen Malik entraron con armas de asalto, con equipación de combate, en el Regional Inland Center de San Bernardino. Accedieron hasta la sala de conferencias donde se estaba celebrando una fiesta navideña y acribillaron a los asistentes, empleados del Departamento de Salud Medioambiental del condado de San Bernardino y compañeros de trabajo de Farook. Murieron 14 personas, 21 resultaron heridas.


La fuga truncada

 Farook y Malik huyeron del lugar en una camioneta negra. La policía fue alertada sobre las 3 de la tarde de que ese vehículo estaba cerca de Redlands. Los agentes siguieron al auto. Hubo un intercambio de disparos y la pareja resultó abatida en el lugar. Posteriormente, en la casa de los atacantes se descubrió más armas, municiones y material para hacer 19 bombas.

Acto terrorista

El viernes 4 de diciembre, resuelta la incertidumbre inicial, el FBI tomaba control de la operación al encontrarse evidencias de que no se trataba de un tiroteo local, sino que estaba vinculado con el terrorismo islamista. En Facebook, Malik publicó un mensaje poco tiempo antes del ataque en el que juraba lealtad al Estado Islámico. En estos momentos, la investigación se centra en estudiar a los autores materiales de la masacre, sus movimientos, sus relaciones con alguna red terrorista y dar con posibles colaboradores que pudieran haber facilitado sus operaciones. Los últimos indicios apuntan a que tanto Farook como Malik compartían su radicalismo islamista desde antes de conocerse en 2013 a través de una web de citas y que actuaron por su cuenta. Los familiares de ambos atacantes se han desmarcado de lo ocurrido y han mostrado su consternación.


Syed Rizwan Farook

Farook, de 28 años, es un estadounidense cuyos padres emigraron desde Paquistán a EE.UU. en la década de 1970. Su progenitor lo describió como un “ángel”, una persona muy trabajadora. Nadie de su entorno más cercano se explicó lo ocurrido, aunque sus parientes admitieron que el hombre se mostraba favorable al Estado Islámico y estaba “obsesionado” con Israel. Recientes reportes que citan fuentes del FBI apuntaron a que Farook planificó otra masacre en 2012 y que contaba con otro cómplice, pero una serie de intervenciones policiales por su zona le asustaron y decidió esperar a otra ocasión. Farook era empleado del Departamento de Salud Medioambiental del condado de San Bernardino. Antes de la masacre, Farook pidió un préstamo de 28,000 dólares, aunque se considera que el dinero estaba destinado a su familia y no tenía que ver con la planificación del ataque.

Imagen AP


Tashfeen Malik

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Malik, paquistaní de 29 años, realizó estudios de Farmacia en su país antes de conocer a Farook a través de internet en 2013. Ambos se e ncontraron en persona en 2014. Farook fue a Arabia Saudí en julio y regresó con Malik, quien ingresó en EE.UU. con una visa de prometida. La pareja se casó y hace seis meses tuvo una niña que dejaron con la familia de Farook antes de la masacre. La pareja realizó prácticas de tiro en diferentes lugares del sur de California con armas que les habría facilitado un amigo de Farook, Enrique Márquez Jr.

Enrique Márquez Jr.

Márquez, de 24 años, es un residente de Riverside que durante su adolescencia fue amigo y vecino de Farook, con quien, según los testigos, compartía su afición por los automóviles. El joven hispano tenía licencia de guardia de seguridad y fue empleado de un Walmart. Márquez compró los rifles de asalto empleados en la masacre en los años 2011 y 2012 y se los dio a Farook, sin que conste oficialmente el traspaso de las armas entre ambos, por lo que Farook no aparecía listado como dueño de las mismas. Tras los ataques, algunos medios señalaron que Márquez publicó en Facebook un mensaje que sonaba a despedida y en el que lamentaba lo ocurrido. Poco después ingresó en un centro psiquiátrico, aunque desde el domingo ha estado siendo interrogado por el FBI, que el pasado sábado registró la casa en la que vive con su familia. Las autoridades, muy cautas a la hora de hablar de Márquez, no han presentado cargos contra el joven quien se cree que desconocía los planes de Farook y Malik, aunque todo apunta a que tendrá que responder ante la justicia por entregar las armas a su amigo sin reportarlo a las autoridades. Las personas que han tenido relación con Márquez no le consideran capaz de participar en un acto terrorista como el ocurrido en San Bernardino.