A muchos de nosotros nos encanta mirar casas ajenas. Nos gusta observar las decoraciones y los detalles que hacen que un hogar sea único y encontrar los estilos que nos gustaría adoptar en nuestros hogares. Por otro lado, cuando se trata de celebridades es más interesante porque podemos ver cómo viven y admirar sus enormes hogares.

Wes Anderson es uno de mis directores favoritos. Lo admiro tanto que antes soñaba con ser parte de la familia Tenenbaum, o con tener una aventura en la India como los hermanos del «Viaje a Darjeeling» y mi iPod estaba lleno de las canciones de los 60 que él utiliza en sus películas.

Las cocinas de un blanco impoluto, habitaciones minimalistas y baños que parecen salidos de una revista: las tendencias de diseño de interiores nos están diciendo que nuestros hogares deberían parecerse a museos, perfectos y decorados minuciosamente. Pero le falta algo: alma.

Cuando encuentras un nuevo hogar es fácil dejarse llevar por la emoción y querer que se vea como si perteneciera a una revista de diseño. Así es como terminamos comprando muebles que se ven muy lindos, pero que no necesitamos realmente y no vamos a usar nunca.

Dibujar es liberador, ayuda a eliminar el estrés y a canalizar las energías, pero hay ciertas líneas que debes seguir para poder hacerlo de la manera más efectiva.

Para hacer un mueble hermoso no necesitas usar el roble más caro del mundo, ni usar un material exótico. A veces, lo que está en tu papelera puede ser suficiente.