El secreto sobre los orígenes de Jon Snow estuvo muy bien guardado hasta la séptima temporada. Si bien la mayoría de nosotros ya conocía las teorías y daba por hecho que R + L = J, necesitábamos de esa confirmación que tanto nos llenó en la última temporada.

Hemos estado esperando mucho por el regreso de Mr. Robot, una de las series más extrañas pero a la vez atrapantes que hemos visto en los últimos tiempos. Probablemente no sea el típico estilo de serie que te pones a ver cuando no tienes ganas de pensar, pero de todas formas siempre hay un espacio en nuestra mente que pide a gritos un nuevo episodio.

Cuando la ficción se inspira en la realidad, el terreno se puede volver muy controversial. Desde el momento en que la primera temporada de Narcos se lanzó a través de Netflix, se pusieron en discusión un montón de opiniones acerca de la forma en que la serie abordaba a personajes como Pablo Escobar o al resto de los líderes del narcotráfico.

El final de la segunda temporada de Mr. Robot nos dejó con los nervios de punta, y parece que ya fue hace tanto tiempo que casi olvidamos en qué había quedado la historia de Elliot, su doble personalidad, su hermana y la corporación de hackers que acabó con el mundo que conocían hasta el momento.

True Detective nos provoca sentimientos encontrados. La primera temporada llegó para arrasar con todo, con Matthew McConaughey y Woody Harrelson como protagonistas, pero la segunda, a pesar de su buen reparto, no llegó ni a los talones de la anterior y no pudimos evitar sentirnos decepcionados.

Cada temporada de Mr. Robot se hace desear mucho. Desde su estreno, la serie ha logrado atraparnos por alguna extraña razón que todavía no terminamos de descifrar. Probablemente tenga que ver con su extravagancia, así como también con la locura atrapante del protagonista.