Frozen es la película animada más taquillera de todos los tiempos y quizá el mayor fenómeno cultural creado por Disney en el siglo XXI (además del MCU), así que una secuela se hacía obligatoria.

Conan el Bárbaro se estrenó en 1982 y lanzó a Arnold Schwarzenegger a la fama, pese a escandalizar a medio mundo, que esperaba una fantasía amable al estilo Star Wars y se encontró con la película oscura y violenta de John Milius («una especie de Star Wars psicopática, estúpida y estupefaciente» dijo algún crítico).

Todas las cosas buenas terminan, y Cómo entrenar a tu dragón 3 no es la excepción.

Los Bad Boys vuelven a la acción muchos años después desde que los vimos por última vez, pero el paso del tiempo parece haberlos tratado bien y siguen tan enérgicos y entusiastas como siempre.

Zombieland fue tan exitosa que catapultó la carrera de sus creadores.

Se trata de películas que crearon expectativas falsas desde el principio, tanto en remakes absurdos de grandes títulos como en secuelas mediocres que intentaron aprovechar notables éxitos.