La razón por la que nos hacemos un tatuaje no necesariamente tiene que ser para mostrarlo o para que otros lo vean, sino por cuestiones más personales e íntimas.

Si estás pensando en unirte al -cada vez más extenso- grupo de personas con tatuajes, es probable que tu atención en este momento se encuentre en cómo se verá tu tatuaje, qué tamaño tendrá, dónde estará y si a tus amigas les gustará. Pero hay determinados aspectos de hacerse un tatuaje que hasta que no los vivimos, no los conocemos.

El final de un año y el comienzo de uno nuevo son fechas muy especiales para todas. Se trata de días repletos de esperanza, nuevas oportunidades e importantes reflexiones.

Hubo una época en la que llevar tatuajes era un signo de mala vida. Por suerte cada vez cobra mayor reconocimiento como una expresión de arte y creatividad. Los tatuajes pueden tener un sin fin de significados, desde emocionales, religiosos, de aficiones, o algo que nos recuerde nuestras raíces, incluso algún retrato especial. La imaginación pone el límite a lo que puedes plasmar permanentemente en tu piel.

Si bien muchas personas que se disponen a tatuarse prefieren allanar el terreno con calma y previsión, otras muchas sucumben a este arte de un modo impulsivo, sin medir la calidad del diseño ni las consecuencias de sus acciones.

Todos los amantes del reggae y aquellos conocedores del movimiento rastafari celebran cada 6 de febrero con mucho entusiasmo. Es que este es el día en que se conmemora el nacimiento de Robert Nesta Marley Booker, conocido simplemente por el nombre de Bob Marley.