El actor estadounidense le dio vida a uno de los personajes más excéntricos y entrañables del cine americano, el millonario Willy Wonka, dueño de una fábrica de chocolate y de algunas lecciones para niños y sus padres.
El cómico, que tuvo gran éxito con películas de Mel Brooks, falleció por complicaciones relacionadas con el Alzeheimer, según confirmaron fuentes familiares.