En más de una ocasión, Sandra Kraykovich, de 38 años, tuvo la oportunidad de llevar al hospital a su enfermiza hija, pero siempre se negó a hacerlo porque le daba pena que los médicos vieran que la niña de 9 años estaba infestada de piojos.
Madre y abuela acusadas de asesinato: una niña muere por infestación de piojos
A pesar de tener varias oportunidades para llevar a la menor al hospital para tratar sus múltiples problemas de salud, las dos mujeres nunca lo hicieron porque les daba pena que los doctores se dieran cuenta de que estaba llena de piojos. La autopsia de la pequeña también reveló que tenía desnutrición, líquido en los pulmones y necrosis hepática.

La madre de la mujer, Elizabeth Kraykovich, de 64 años y quien cuidaba a la niña y a sus hermanos, tampoco llevó a la menor al doctor por la misma razón e incluso se quejó con su hija de que le importaba más estar con su novio que cuidar de ellos, contó la cadena KOLD.
Sin los cuidados necesarios, la situación de la niña -que ya tenía anemia- empeoró el pasado 15 de marzo, cuando comenzó a sufrir vómitos, fiebre y dolor de cabeza, entre otros.
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Una semana después, la madre de la pequeña llamó a las autoridades para reportar que su hija no respondía. Cuando los servicios de emergencia arribaron al departamento de East Gold Links Road, en Tucson, Arizona, declararon muerta a la niña, a pesar de los intentos por salvarle la vida.
En el lugar, los policías no podían disimular su asombro por el estado tan precario en el que estaba la niña, pero sobre todo la cantidad de piojos que había en su cabeza, mismos que comenzaron a cubrir la cara del cadáver.
La autopsia de la niña determinaría que murió de “anemia por infestación de piojos no tratada con desnutrición como factor contribuyente”, dijo el médico forense, Dr. Gregory Hess.
Además, se comprobó que la pequeña tenía acumulación de líquidos en los pulmones, necrosis hepática y una deficiencia de hierro, contó Law and Crime.
Uno de los hermanos mayores les dijo a las autoridades que su mamá, desesperada, intentó tratar eliminar los piojos de su hija con un enjuague bucal, una vez que estuvo dispuesta a llevarla al hospital, pero no lo hizo cuando la encontró dormida.
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La investigación comprobó que, un día antes de la muerte de la pequeña, Sandra le externó sus preocupaciones a su novio por la salud de su hija e incluso su madre le pidió comprobar si la menor estaba muriendo.
Madre e hija fueron arrestadas y acusadas de maltrato infantil, aunque después se les imputaron cargos de asesinato en primer grado. Sandra terminó por aceptar que, en dado caso de haber llevado a la niña al hospital se habría salvado, indicó el Arizona Daily Star.
Los hermanos mayores de la víctima, de 11 y 13 años, quienes estaban igual de descuidados que la menor, fueron puestos bajo la custodia de otros familiares.
