Mujer arroja a su bebé enfermo desde un cuarto piso; podría pasar el resto de su vida en prisión

El 22 de agosto de 2011, Sonia Hermosillo tomó a su hijo menor de 7 meses mientras su esposo se duchaba y sus hijas mayores estaban distraídas -quienes habían realizado esfuerzos para que la mujer no se quedara a solas con el bebé debido a sus problemas mentales- y condujo durante 30 minutos hasta el estacionamiento de un hospital del condado de Orange, California.

Allí, Hermosillo tomó al pequeño Noe Medina Jr., le quitó un casco médico que utilizaba para corregir la plagiocefalia provocada por la tortícolis muscular congénita que le fue diagnosticada desde su nacimiento y lo arrojó desde el cuarto pisto del estacionamiento, antes de regresar a su vehículo, pagar el estacionamiento y salir del lugar, reportó KTLA .

Un testigo que vio caer al bebé llamó de inmediato a los servicios de emergencia, quienes trasladaron al pequeño al centro de trauma del Centro Médico de UC Irvine, donde murió dos días después.

Al poco tiempo del incidente, Noe Medina, el padre del menor, llamó a la policía para reportar como desaparecidos a él y a su esposa, quien había estado ingresada en un centro médico para atender su salud mental y se le prohibía estar a solas con el pequeño. Esa misma noche, la mujer fue arrestada mientras conducía por la calle.

Durante los primeros interrogatorios, Hermosillo les dijo a las autoridades que tenía “odio, resentimiento e ira” hacia el niño “porque está enfermo”.

El pasado miércoles, casi 10 años después del suceso, Hermosillo fue declarada culpable del asesinato del pequeño durante la primera fase de juicio, por lo que el proceso iniciará una nueva etapa para determinar si la mujer sabía lo que hacía durante el incidente, debido a que siempre mantuvo su inocencia por razón de locura.

"Este niño ni siquiera tuvo la oportunidad de dar sus primeros pasos, decir su primera palabra o incluso celebrar su primer cumpleaños antes de que fuera asesinado por la misma persona cuyo trabajo se suponía que lo mantendría a salvo", le dijo a la cadena de televisión el fiscal de distrito Todd Spitzer.

Por su parte, la abogada defensora de Hermosillo, Jaqueline Goodman, afirmó que su clienta estaba sufriendo un brote psicótico durante la muerte de su hijo y los interrogatorios con la policía, además de que apenas había dormido, por lo que a menudo estaba catastrófica, contó OCR . Aseveró que, aunque ella repitió que no lo amaba varias veces, “eso no puede tomarse como una confesión, sino que se trata de una enfermedad mental”.

La segunda fase del juicio iniciará el próximo 24 de agosto. En dado caso que se demuestre que Hermosillo planeó de manera consciente sus actos, podría ser sentenciada de 25 años a cadena perpetua tras las rejas.