Una joven madre de 22 años fue atropellada por un vehículo cuyo conductor, en lugar de auxiliarla, huyó del lugar del accidente. El hecho ocurrió en Omoa, al norte de Honduras, y fue captado por una cámara de seguridad. Wendy Murillo resultó gravemente herida tras intentar evitar que su hijo pequeño, de apenas dos años, fuera arrollado al cruzar la calle.
Mujer atropellada tras salvar a su hijo en Honduras: conductor huyó del lugar
Wendy Murillo fue atropellada al salvar a su hijo en Honduras. El conductor huyó. Ella sigue en recuperación sin poder trabajar. Autoridades investigan para dar con el responsable del accidente.

Según su testimonio, Wendy advirtió la cercanía del automóvil y trató de detenerlo con señas, pero el conductor no se detuvo. “Yo cuando miré el carro, le hice alto, alto para que se parara y no paró. Entonces, yo solo sentí donde caí y como que algo me soplaba mi cara”, narró entre lágrimas.

El incidente ocurrió cuando Wendy salía con su hija del kínder y su hijo Liam, que había escapado momentáneamente del cuidado de un familiar, intentó cruzar solo la calle. En su intento por alcanzarlo y protegerlo, fue embestida por el automóvil. La madre fue lanzada por el impacto y quedó tendida sobre el asfalto.
El esposo de Wendy, Josué Murillo, presenció la escena desde un negocio cercano. “Me dio miedo porque no sabía si iba a vivir o no… gracias a Dios todo salió bien”, expresó visiblemente afectado.
El conductor, cuya identidad aún no ha sido revelada, se detuvo brevemente tras el impacto pero luego abandonó el lugar. Este comportamiento constituye una infracción grave, de acuerdo con el subcomisario Darwin Hernández, jefe de Ingeniería e Investigación de Accidentes de Tránsito: “Huir del accidente es una omisión al deber de socorro. La pena va de seis meses a tres años de cárcel, al igual que la conducción temeraria”.
Wendy permaneció ocho días en cama y aún presenta limitaciones para realizar tareas básicas. Desde el accidente, no ha podido volver a trabajar ni ha iniciado terapia física por falta de recursos. “No puedo lavar, barrer ni trapear. Me tienen que ayudar con casi todo”, afirmó.
Vecinos del barrio se han solidarizado con la familia. “Para mí es un milagro, porque un golpe de esos no cualquiera lo resiste”, comentó Ana Moreno, vecina de la víctima.
Pese al trauma físico y emocional, Wendy mantiene su fe como pilar fundamental en su recuperación. “Dios hizo el milagro y sigue haciendo cosas maravillosas. Él es el único que me puede ayudar”, dijo entre sollozos.
Las autoridades continúan con las investigaciones para localizar al conductor responsable. Mientras tanto, Wendy y su familia enfrentan un proceso lento de recuperación. Quienes deseen brindar apoyo pueden comunicarse al número +504 9921 7055.




