Un hombre entró a la fuerza el sábado pasado en la casa de su exesposa, la mató a tiros junto a su perro y luego se suicidó.
Irrumpió durante la madrugada en la casa de su exesposa, la mató a tiros junto a su perro y después se suicidó
A las 05:00 a.m. del pasado sábado, la mujer llamó a la policía al escuchar que alguien había entrado en su departamento. Cuando los oficiales llegaron, la encontraron sin vida con heridas de bala en su cara y junto al cadáver de su perro. En la misma propiedad hallaron moribundo a su exmarido, quien fue declarado muerto en el hospital al que fue trasladado de emergencia.

La policía de Nueva Jersey recibió a las 05:00 a.m. de aquel día un llamado de emergencia de Kimberly Hoffman, de 49 años, quien creía que alguien había entrado a su departamento, explicó el Asbury Park Press.
Heridas de bala en la cara
Cuando arribaron al departamento de Little Egg Harbor Township, los oficiales encontraron el cadáver de Hoffman junto a su perro, ambos con heridas de bala en el rostro.
Dentro de la propiedad, las autoridades también encontraron moribundo Carl Shulz Jr., de 52 años, quien fue identificado como exesposo de la mujer.
A pesar de que el hombre fue trasladado de emergencia al AtlantiCare Regional Medical Center, Shulz Jr. fue declarado muerto en el centro de salud.
La investigación determinó que el agresor asesinó a quien fuera su pareja y al animal, antes de suicidarse, aunque hasta el momento se desconocen los motivos que desencadenaron el homicidio.
“Tenía un corazón de oro”
Familiares y amigos de Hoffman abrieron una cuenta en GoFundMe para recaudar dinero que será destinado a la manutención y educación de los hijos de la mujer.
Hasta este martes, la recaudación ya había alcanzado 53,000 dólares de los 60,000 que se plantearon en un inicio.
Hoffman fue descrita en la página de recaudación como “una persona extraordinaria que marcó la vida de muchos con su amabilidad, compasión y contagiosa sonrisa”.
Además, sus seres queridos señalaron que la mujer “era una madre que volcó su amor en sus dos hijos” y que “tenía un corazón de oro y siempre estaba dispuesta para ayudar a los más necesitados”.
Tras asegurar que la vida de Hoffman se había truncado “trágicamente” y dejando a sus hijos desamparados, la descripción lamentó que sus seres queridos se sientan devastados “por este acto de violencia sin sentido”.