El Departamento de Justicia de EEUU inició una investigación luego de que el año pasado un recluso con una enfermedad mental murió devorado por chinches dentro de una celda del pabellón psiquiátrico de la cárcel del condado de Fulton en Atlanta, Georgia.
Fue devorado vivo por "parásitos chupadores de sangre" en una prisión: ahora investigarán su muerte
El fiscal general de EEUU, Merrick Garland, dijo en un comunicado que el Departamento de Justicia (DOJ) inició una exhaustiva investigación sobre las graves acusaciones de condiciones de vida inseguras e insalubres en la prisión, así como discriminación contra personas encarceladas con problemas de salud mental y falta de atención médica adecuada.

Lashawn Thompson fue encontrado el pasado 13 de septiembre tirado en el suelo, desplomado sobre un inodoro, cubierto de heces y cubierto de innumerables "ectoparásitos chupadores de sangre” en gran parte de su cuerpo, de acuerdo con un informe independente de la autopsia publicado por los abogados de su familia.
Personas encarceladas tienen derechos
El fiscal general de EEUU, Merrick Garland, dijo en un comunicado que el Departamento de Justicia (DOJ) inició una exhaustiva investigación sobre las graves acusaciones de condiciones de vida inseguras e insalubres en la prisión, así como discriminación contra personas encarceladas con problemas de salud mental y falta de atención médica adecuada.
“Se podrá determinar si existen violaciones sistemáticas de las leyes federales y, en caso afirmativo, cómo corregirlas”, se lee en el documento en el que se asegura que “las personas encarceladas tienen derecho a la protección básica de sus derechos civiles".
Además, Garland precisó que se examinarán las condiciones de vida, la atención médica y de salud mental, el uso excesivo de la fuerza y la protección contra la violencia dentro de la cárcel.
Asimismo, el DOJ analizará si el condado de Fulton y la Oficina del Sheriff del condado discriminaron a las personas con discapacidades psiquiátricas dentro de la prisión.
Tras el comunicado, el condado de Fulton y la Oficina del Sheriff anunciaron una completa colaboración en la investigación.
Satisfacción con el inicio de la investigación
Los abogados de la familia de Thompson emitieron un comunicado mostrando su aprobación por la determinación del DOJ, aunque precisaron que “nada puede deshacer la injusticia a la que se enfrentó Lashawn”, cuya muerte fue calificada en su momento por los litigantes como un asesinato provocado por “la extrema negligencia de la cárcel del condado de Fulton y su personal".
Además, dejaron claro que anhelan que la investigación pueda confirmar “el claro patrón de negligencia y abuso que ocurre en el condado de Fulton” y pidieron que lo haga rápido “para que ninguna otra familia experimente esta devastación”.
Por su parte, el sheriff Patrick Labat dijo que muchas veces expresó su preocupación por lo que sucedía en la prisión, su deficiente infraestructura y la escasez del personal, recordando que él mismo solicitó una auditoría de “seguridad, asistencia técnica y apoyo torno a las circunstancias de la cárcel”.
El funcionario dijo sentirse contento con el inicio de la investigación, la cual espera que concluya lo que ya sabe desde hace tiempo: que la prisión “no es viable”.
Autopsia de Thompson: arritmia cardiaca mortal
En junio del año pasado, Thompson fue encarcelado tras ser hallado durmiendo en un parque aledaño a una guardería, debido a que tenía una orden arresto por un supuesto robo de automóvil en 2017, contó en su momento el Atlanta Journal-Constitution.
Desde su ingreso el 12 de junio, la víctima perdió 32 libras en menos de tres meses.
En un registro de la prisión se determinó que Thompson pesaba 180 libras y en la autopsia del 14 de septiembre solo 148, debido al cuadro grave de desnutrición y deshidratación, luego de no haber recibido su medicamento para tratar su esquizofrenia, factor determinante para que sufriera “una arritmia cardiaca mortal”.
Erin George, directora nacional de políticas de The Bail Project, una organización sin fines de lucro que luchar por un sistema de prisión preventiva más equitativo y humano, afirmó que lo ocurrido Thompson firmó su sentencia de muerte al no poder pagar los 2,500 dólares que se le impusieron de fianza por un delito menor.
La organización asegura que más de 400,000 personas legalmente inocentes están en prisión en condiciones “mortales” en cárceles de todo Estados Unidos y que la situación sigue empeorando.
"Estas personas -nuestros familiares, amigos y miembros de la comunidad- no han sido condenadas. Están en prisión preventiva a la espera de su día en los tribunales. La gran mayoría se ven obligados a sufrir condiciones insalubres, violencia y una atención sanitaria deplorable por una sencilla razón: no pueden permitirse pagar el precio de su libertad”, dijo George.