"Hubo una conexión especial": Afirman que una niña que padece una enfermedad incurable recibió un "milagro de la Virgen"

Tras más de un mes con su hija aletargada y padeciendo los estragos de la encefalitis autoinmune, aquellos afligidos padres decidieron entregarse a su inquebrantable fe. Dos semanas después de que la niña de 4 años visitó a la Virgen de San Juan de los Lagos, la pequeña despertó. Ellos y autoridades católicas afirman que se trata de un milagro.

Por:Univision

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Cuando Adriana Márquez vio el pasado 3 de marzo que su pequeña hija no sonreía como de costumbre y la notó decaída y con mucho sueño su instinto maternal le provocó una preocupación tan fuerte que temió por la vida de niña.

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Sin perder tiempo, Márquez y su esposo Juan Francisco Campos, salieron de su casa en San Juan de los Lagos para trasladarse a un hospital de Aguascalientes, México, donde la niña fue internada de urgencia.

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“Al verla tan mal, intubada y sin reaccionar sí creí que se me iba a morir”, rememora Márquez, quien no olvida las convulsiones que sufrió Aby aquel día y cómo en el hospital comenzó a vomitar el medicamento.

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Durante dos semanas en las que permaneció internada en terapia intensiva, Aby -la tercera de los cuatro hijos de la pareja- estuvo sin abrir los ojos y sin mostrar reacción a ningún estímulo que se le aplicó.

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Tras varios estudios, los doctores le diagnosticaron encefalitis autoinmune, una afección de todo el sistema nervioso central, por lo que tuvieron que alimentarla por sonda. A pesar de este clima adverso, el día que la niña cumplió 4 años, todo el personal médico le hizo un pequeño festejo para que no se sintiera sola.

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Luego de esos días angustiantes y al ver una leve mejoría, Aby fue dada de alta y los médicos les dijeron a sus padres que podían llevársela a casa, desde donde la podrían aplicar aspiraciones pulmonares que requería su tratamiento.

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Sin ver que su hija mostraba más mejoras en su salud, Adriana y Juan Francisco se entregaron a la fe inconmensurable que tienen a la Virgen de San Juan de los Lagos, la tercera en importancia en México, después de la Virgen de Gudalaupe y la de Zapopan.

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Ambos padres se acercaron, junto a la pequeña, el pasado 7 de abril hasta la catedral para venerar a esa Virgen, de apenas 13 pulgadas y elaborada por artesanos de Michoacán en el siglo 17 a base de pasta de caña.

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Ese día, durante el ritual del cambio de vestido de la Virgen, Juan Francisco tuvo que aplicarle aspiraciones pulmonares a su hija adentro del templo porque comenzó a tener dificultades para respirar. Sin embargo, una vez que estuvieron cerca de la virgen, antes de cambiar su atuendo, la niña no tuvo más problemas.

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Aunque su fe estaba a prueba de todo, ni Adriana ni Juan Francisco estaban listos para ver cómo la pequeña Aby se quedó viendo fijo a los ojos de la Virgen y, cuando estuvo frente a ella, alzó su mano para tocar su manto.

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Ese pequeño, pero simbólico acto, emocionó hasta el llanto a todos los presentes. “Sentimos que hubo una conexión mágica entre ellas”, cuenta emocionado Juan Francisco.

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Acompañando la emoción y la ilusión del papá de Aby, el sacerdote de la catedral, Heriberto García, recuerda con felicidad que todos los que estaban allí se pusieron a llorar “porque vimos lo que es la fe”.

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Por si fuera poco, Juan Francisco afirma que, al al salir de la catedral y volver a su automóvil para regresar a casa, Aby estaba sonriendo, tal como lo hacía antes de aquel doloroso 3 de marzo.

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Dos semanas después de aquella caricia que su fe les regaló, Aby despertó y volvió a la normalidad y, aunque sus padres saben que científicamente la encefalitis autoinmune no tiene cura, confían en que su Virgen nunca los abandonará.

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“Nos sentimos bendecidos, pero también comprometidos porque si nos ayudó es por algo”, dice Juan Francisco.

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No es raro que se le atribuyan milagros a la Virgen de San Juan de los Lagos, la cual, según historiadores, realizó el primero de ellos en 1623. Su fama es tal que el propio Juan Pablo II, en su visita a México en 1990, la visitó. Fuentes de la iglesia católica han asegurado que le contarán de primera mano al Papa Francisco sobre lo que ocurrió entre la virgen y la pequeña Aby.