El presidente Donald Trump no condenó la presencia de militantes armados en las protestas del fin de semana en Portland, Oregon, donde uno de sus simpatizantes murió baleado. El mandatario dijo que lo visto era el resultado de la violencia política de extremistas de izquierda. Por otro lado, Joe Biden reprochó los actos vandálicos y culpó a Trump por los disturbios. Las manifestaciones se dan por el caso de Jacob Blake, baleado por un policía siete veces en la espalda.
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