Según Mark Brunton, jefe de Cal Fire, no solamente las condiciones meteorológicas ayudan para controlar la emergencia, también los refuerzos que han comenzado a llegar. Los dos incendios más grandes en el norte de California están contenidos en un 15% y un 30%. Por ahora, el humo se ha dispersado, mejorando la visibilidad, pero miles de viviendas en la región siguen bajo amenaza.
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