De acuerdo con lo que impone la ley en EEUU, todo solicitante de asilo tendrá como plazo máximo cinco días para notificar cualquier cambio su dirección o, de lo contrario, corre un gran riesgo de ser deportado. Asimismo, las autoridades recalcan que es responsabilidad de los inmigrantes conocer este tipo de información, ya que ninguna excusa será válida en caso de que incumplan alguno de los lineamientos de su proceso.
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