El mandatario estuvo presente en el Monte Rushmore para conmemorar el 4 de julio y desde allí hizo controversiales declaraciones sobre la vandalización de monumentos confederados en EEUU. Además, pese a que el país está en un repunte de casos por coronavirus, la gran mayoría de los casi 7,000 asistentes al discurso del mandatario omitieron el uso de cubrebocas y no guardaron una distancia prudente entre ellos para prevenir contagios, algo que desató las críticas por parte de líderes demócratas.
Más información aquí.