Según documentos de corte, algunos de los manifestantes que entraron al Capitolio pretendían capturar y matar a funcionarios electos, pero el fiscal general interino del Departamento de Justicia señaló que no hay evidencias que prueben estas acusaciones. Varios agentes de la policía que enfrentaron a los manifestantes aseguraron que temieron por su vida debido a los violentos ataques dentro del edificio el pasado 6 de enero.
Más información aquí.