El pequeño Nahún, quien tiene problemas de lenguaje, fue encontrado en la frontera por una familia que lo entregó a un centro de atención a inmigrantes, desde donde se comunicaron con sus seres queridos en Honduras. "Fue angustiante, fueron noches de desvelo, días sin comer, de lágrimas, ansiedad y dolor", aseguró Alma Cabrera, madre del menor. Tras el suceso, la mujer dice que no volverá a enviar a uno de sus hijos a realizar la ruta migratoria.
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