Se propone entregar cupones a quienes han perdido su trabajo o disminuido sus ingresos como consecuencia del coronavirus, para que puedan pagarles a los propietarios de las viviendas y evitar los desalojos. La protección actual, que vence en agosto, prohibe el desalojo, pero no ayuda financieramente a los afectados por la pandemia. Es el caso de Patricia Rivera, que debe más de 10,000 dólares en alquiler, ya que desde marzo no ha podido pagar. Dice que le da miedo ser desalojada cuando venza el programa actual.
Más información aquí.