Según relataron los propietarios del terreno en el que fueron encontradas las menores, una de ellas estaba desnuda y las demás permanecían sucias, pero en buen estado de salud. Tres de las niñas son de Honduras, las otras dos de Guatemala y la más pequeña, de 11 meses de nacida, tenía un número telefónico escrito en el pañal. Las autoridades migratorias manifestaron su preocupación y aseguraron que los coyotes operan sin medir las consecuencias y riesgos en los que ponen a los inmigrantes.
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