Rachel Pérez, de origen cubano, viajaba hacinada en una camioneta con otros 17 migrantes rumbo a la frontera con EEUU cuando el vehículo se accidentó. Tras varios días en estado de coma y superar varias cirugías, esta joven logró una mejoría en su salud pese a los pronósticos médicos, los cuales indicaban que no volvería a caminar. Ahora, anhela que le otorguen una visa humanitaria para viajar a Estados Unidos, reunirse con su abuela y recibir tratamiento especializado.
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