Muchos de ellos se encuentran en Lake Rorth, han resultado contagiados y dejaron de obtener ingresos para poder pagar las rentas de sus viviendas. Afirman sentirse olvidados por el gobierno de EEUU y tener que depender de la caridad de organizaciones que les otorgan medicinas y paquetes de comida. Hasta el momento solo han logrado que los días sábados, durante cuatro horas, puedan acercarse a un punto habilitado para practicarse la prueba de detección.
Más información aquí.