Julia Aquino, la madre de las tres niñas rescatadas en un islote del río Bravo, llegó a la oficina de la Procuraduría en Piedras Negras para reencontrarse con sus hijas. Sin embargo, las autoridades le informaron que para poder ver a las pequeñas debe entregarse a Inmigración para ser deportadas. La mujer señaló que no quiere que las devuelvan a El Salvador, ya que, según denunció, una de sus hijas fue abusada en ese país por un familiar y teme represalias.
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