El camino para estos inmigrantes fue más que complejo debido a que en su recorrido de México a EEUU se encontraron con diversas dificultades para cruzar un monte sin agua ni comida suficiente. Como si fuese poco, sus hijas fueron secuestradas por coyotes y luego dejadas a su suerte cerca a un rancho en Eagle Pass, Texas, en donde las rescataron autoridades migratorias.
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