El sacerdote Óscar Fermín Ávila, de la diócesis de Danlí, en Honduras, dice que los migrantes de Haití fueron llegando a su parroquia en busca de ayuda porque no tenían un lugar donde dormir ni satisfacer sus necesidades básicas. Desde el pasado 12 de julio comenzó a albergar a estas personas, que incluso llegan con niños pequeños, hasta que tuvo que adecuar un lugar más grande para que todos cupieran. Esta es su historia.
Ver más noticias aquí.