Kindry Norales, de 18 años, llegó hace tres años a El Bronx, Nueva York, desde Honduras. Cruzó la frontera para conocer a su madre, quien partió cuando ella tenía 2 años, pero adaptarse a su nueva vida no fue tarea fácil. Tuvo varios percances en la escuela a causa de su rebeldía, pero tras recibir ayuda y proponerse salir adelante logró superar los obstáculos. Ahora está lista para comenzar la universidad y le han ofrecido una beca completa gracias a su destreza como futbolista.