Los migrantes que intentan llegar a Estados Unidos cruzando la frontera con Texas se han encontrado con un muro humano conformado por autoridades migratorias mexicanas e integrantes de la Guardia Nacional. Muchos de ellos llegan con sus hijos pequeños; sin embargo, esta no es una razón para que les permitan el ingreso y optan por esperar ante el temor de ser deportados.
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