Según ingenieros, el reporte elaborado en octubre de 2018 contenía una advertencia que merecía atención inmediata: fallas estructurales que produjo una filtración de agua por el deterioro de la capa de impermeabilización en el área alrededor de la piscina. "Una de las señoras que vivía en el edificio, al momento del derrumbe, llamó a su esposo en Washington DC y le dijo que 'el edificio está temblando y hay un hueco en la piscina'", indicó el ingeniero forense Greg Batista.
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