"No me pagan por hora, me pagan dependiendo de lo que yo trabaje. Es decir, si yo solo tengo un cliente en todo el día eso es lo único que yo hice", denunció una manicurista. Esta situación ocurre en la mayoría de los 2,000 salones de uñas en todo el estado de Nueva York. El proyecto de ley busca evitar que se siga presentando esa anomalía y apoyar a los negocios que sí cumplen con las normas.
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