Este mecánico se gana la vida reparando zapatos rotos que los venezolanos se rehúsan a desechar
Tras quedar desempleado, Ramón Jaspe convirtió su taller en un local improvisado de reparación de calzado. La crisis lo obligó a reinventarse y buscar un nuevo oficio del que ahora tiene una alta demanda.
Este mecánico se gana la vida reparando zapatos rotos que los venezolanos se rehúsan a desechar
Tras quedar desempleado, Ramón Jaspe convirtió su taller en un local improvisado de reparación de calzado. La crisis lo obligó a reinventarse y buscar un nuevo oficio del que ahora tiene una alta demanda.