La parroquia de San Juan Pablo II, ubicada a las afueras de Leópolis, ha acogido a miles de personas desde que comenzó la invasión de Rusia a Ucrania. Gregorio Draus, párroco de la iglesia, cuenta que él vivía en Kiev, muy cerca de la torre de televisión que fue destruida, pero cuando ocurrió el ataque salió huyendo como muchos de sus compatriotas. "No se enfrenta un ejército contra otro, es una lucha de un ejército contra civiles", dice el sacerdote.
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