La medida fue aceptada por el Concejo de la ciudad y busca ayudar a los propietarios de restaurantes que han tenido que invertir en productos de protección contra el coronavirus, pero el alcalde Bill de Blasio aún no la aprueba. 1,200 negocios de comida cerraron sus puertas durante la pandemia y ahora atienden solo en exteriores. Algunos meseros piensan que esto afectaría sus propinas.
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