Los inmigrantes haitianos que permanecen en un campamento en Ciudad Acuña, México, aseguran que no pueden salir del lugar porque agentes de Inmigración están atentos para detenerlos y ponerlos en proceso de deportación. Muchos sienten que son perseguidos por el color de su piel y no por su estatus migratorio. "Es como una cárcel, no puedo salir a comprar una botella de agua para mi hijo", dijo uno de los indocumentados.
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